La fatiga informativa
En un momento dado, dentro de la pandemia del Covid, los contenidos de la prensa se hicieron forzosamente monotemáticos. Lo único noticioso era la saga del virus, con todas sus consecuencias. Y no era para menos. Tratándose de un virus nuevo, difícil de decodificar, impredecible en sus modos de expansión y magnitud de sus secuelas, el misterio atrapó a los usuarios de las noticias hasta que los dejó ahítos de información, dudas, temores y desconciertos. En vista de que poblaciones enteras quedaron confinadas en sus hogares y solo desde ellos se asomaban a la contemplación de un mundo paralizado a través de los medios audiovisuales y las plataformas digitales, el consumo de las noticias alcanzó picos jamás vistos. Los periódicos, tradicionales y digitales, hicieron los máximos esfuerzos por romper el círculo vicioso de la información monotemática y se lanzaron a explorar todas las aristas posibles de esta catástrofe sanitaria. De ese esfuerzo ha nacido un nuevo periodismo de profundidad cuyo eje principal descansa en la investigación y exposición de las alternativas que tenían los humanos para sobrevivir y de los profundos y radicales cambios que transformaron sus rutinas de vida y modos de trabajo. Aquí encontró la prensa un terreno fértil para desplegar recursos en las búsquedas de historias que mostraran, más allá del cotidiano recuento de muertes por el virus, por suicidios o por conflictos familiares, las nuevas lecciones de vida que nos enseñaba la pandemia. Tomando el pulso de esa fatiga, los medios rápidamente crearon opciones de distensión, diversión o entretenimiento, educación y contenidos especializados que ayudaran a romper la monotonía y, al mismo tiempo, retener las audiencias que trataban de escapar de ese clima noticioso monotemático. En el LISTIN DIARIO tuvimos que apelar a todos los recursos posibles, dentro de un modelo inesperado y único de trabajo, en el que la mayoría del personal operaba desde el confinamiento hogareño, y un pequeño puñado de periodistas en la redacción, para saltar las fronteras de la monotonía. Las experiencias acumuladas constituyen ahora materia de estudio y de retos para abordar el 2021 con la mirada puesta en un horizonte de cambios profundos y veloces, intentando vislumbrar las fortalezas y debilidades del periodismo post-pandemia.