El enigma del juicio a Trump

En una nación ya polarizada por conflictos políticos y sociales, el dictamen que declara culpable al expresidente Donald Trump, abre un capítulo de incertidumbre e imprevisibles tensiones en Estados Unidos.

Bajo 34 cargos por falsificación de documentos contables en un affaire con una prostituta, las posibilidades de encarcelarlo son obvias, lo que no le impediría competir por la presidencia en noviembre.

Esta declaratoria de culpabilidad podría tener repercusiones profundas y variadas, tanto para su campaña como para la estabilidad política de Estados Unidos y, sin dudas, del resto del mundo.

Sus seguidores, que se cuentan por millones, así como influyentes analistas que han percibido el juicio como una prueba de persecución política, harán sentir su resistencia a este fallo judicial.

Con otros antecedentes a la vista en la historia de Estados Unidos, como el de los presidentes Richard Nixon y Bill Clinton, más el escándalo que afecta al hijo del presidente Joe Biden, el fallo de ayer pondrá a prueba la confianza en el sistema judicial norteamericano.

Porque en el caso de Clinton, imputado de mantener relaciones íntimas en su despacho con una pasante de la Casa Blanca, la imputación no derivó en consecuencias penales.

A Nixon, obligado a renunciar por su implicación en el espionaje a las oficinas del Partido Demócrata en el edificio Watergate, de Washington, le favoreció un perdón presidencial. Y no más.

Biden, al que también el FBI investiga por el acopio ilegal de documentos secretos del gobierno mientras era vicepresidente, se ha lanzado a la reelección, pero Trump le sigue llevando decisiva delantera en las encuestas.

Con este fallo, Trump se expone a restricciones legales que podrían afectar su capacidad para hacer campaña, aunque son muchos los que piensan que la victimización catapultará su retorno al poder.

Mientras se perciba que el fallo es el resultado de una manipulación política para cerrarle el paso de regreso a la Casa Blanca, la Caja de Pandora que se ha abierto torna más impredecibles y polarizadas las elecciones del 5 de noviembre.