Jején y culex, los nuevos enemigos

El inquietante aumento en la circulación del virus Oropouche en varias zonas de América Latina debe encender todas las alarmas en nuestro país.

Este virus, transmitido por insectos comunes en nuestras áreas tropicales, como el jején y el mosquito de la familia culex, representa una real amenaza a la salud de los dominicanos.

En tal virtud, no podemos permitir que se instale en nuestro país sin una respuesta contundente y coordinada.

El virus Oropouche, detectado por primera vez en Trinidad en 1955, ha causado más de 500,000 casos en América del Sur y Central.

En su forma clínica, se manifiesta de manera similar al dengue, con fiebre alta y síntomas debilitantes.

Pero hay un agravante: el Oropouche presenta un mayor riesgo de complicaciones neurológicas, afectando cerca del 4% de los infectados.

Con la reciente alerta epidemiológica emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y casos ya reportados en países cercanos como Cuba, Estados Unidos, Brasil y Colombia, es imperativo que tomemos medidas de prevención de inmediato.

El control de vectores es nuestra principal línea de defensa.

Sin un tratamiento específico ni una vacuna disponible, la única manera de prevenir la expansión del virus Oropouche es mediante la vigilancia activa y el control riguroso de los mosquitos y jejenes, que son los principales transmisores.

Estos insectos prosperan en ambientes húmedos, como los que abundan en nuestro territorio, por lo que es crucial intensificar las campañas de saneamiento ambiental y educación pública.

Además, la estrategia de prevención debe incluir la distribución masiva de mosquiteros impregnados con insecticida, el uso de repelentes y la eliminación de criaderos de mosquitos en zonas urbanas y rurales.

La historia nos ha enseñado que una respuesta tardía o insuficiente puede tener consecuencias devastadoras.

Recordemos las lecciones del zika y el chikungunya, cuyos brotes causaron sufrimiento y sobrecargaron nuestros servicios de salud.

No podemos darnos el lujo de repetir esos errores.

Video