Un paso histórico por la seguridad vial
El Pacto Nacional por la Seguridad Vial, anunciado ayer por el presidente Abinader, marca un hito en el esfuerzo por salvar vidas y reducir las tragedias que ocurren diariamente en nuestras carreteras y calles.
El Listín Diario aplaude esta iniciativa y le otorga su más cálido respaldo, confiado en que representa un cambio significativo para abordar un problema que ha cobrado más vidas que cualquier pandemia en los últimos años.
Los datos presentados por la Presidencia son alarmantes: más de 26,000 vidas afectadas entre 2016 y 2024, con un impacto devastador en los jóvenes de 25 a 34 años.
Las lesiones de tránsito no solo representan una crisis humana, sino también un lastre económico de RD$130,000 millones para el sistema de salud.
Estas cifras subrayan la urgencia de transformar nuestra cultura vial, un objetivo que este pacto sitúa en el centro de la agenda nacional.
Los compromisos asumidos bajo este pacto son tan ambiciosos como necesarios.
La inclusión de la educación vial en el currículo escolar a partir de 2025, el fortalecimiento de la fiscalización y la implementación de reformas como la licencia por puntos y la inspección técnica vehicular, son medidas clave que podrían revolucionar el tránsito en el país.
El Listín Diario celebra también la creación de una red de patrullaje de carreteras y vías urbanas, así como la implementación de un sistema digital de multas de tránsito.
Por igual, reclama que se acelere la construcción de nuevos parqueos públicos en una capital cuyas calles están atiborradas de vehículos estacionados de lado y lado, complicando la fluidez del tránsito.
La meta de reducir en un 50% la mortalidad por accidentes de tránsito para 2030 es ambiciosa, pero no debemos desmayar en alcanzarla. Eso sería un gran logro nacional.
Con este pacto vemos que se está dando respuesta a muchos de los puntos críticos señalados en el Foro sobre Movilidad Urbana que organizamos, junto a las universidades Pedro Henríquez Ureña e Intec, a principios de este año.
Nos enorgullece ver cómo aquellas recomendaciones, consensuadas en seis mesas de trabajo con los principales expertos del país, han sido escuchadas y serán traducidas en políticas concretas a través del INTRANT.
Estamos convencidos de que, con voluntad y colaboración, lograremos que nuestras carreteras y calles dejen de ser un espacio de tragedias para convertirse en vías de progreso y vida.