La marca blanca triunfa en España. Según un estudio, desde que comenzaron las subidas de precios en los alimentos hace un año, el 93% de los consumidores españoles reconoce que ha modificado sus hábitos de compra de alimentos.
La subida de los precios está afectando mucho. En concreto en España, atendiendo al último dato de febrero, la tasa de variación anual del IPC fue del 6,1%. Lo cual contrasta con el ámbito de los salarios.
Esto supone que la tarea de llenar el carro de la compra sea francamente complicada. Por ello, los españoles nos estamos decantando por “la marca blanca” de los supermercados, en teoría con un precio más asequible. Este mismo estudio, elaborado por la consultora Oliver Wyman, confirma que estos productos “baratos”, también se están encareciendo.
Los supermercados y su marca blanca
Los supermercados se mantienen en el 2022 como el establecimiento preferido por los españoles para hacer la compra. Además de mantener su presencia como el número uno, han sacado ventaja a su competidor más cercano, las tiendas de descuento.

La brecha que separaba a estos dos establecimientos era el precio, pues los supermercados solían tener un precio más caro. Desde hace un año, el 40% de los encuestados opinan que el precio entre una y otra se ha acercado. Por ello, han decidido optar por los supermercados y sus marcas blancas.
“Los supermercados se han beneficiado tradicionalmente del argumento de la ‘ventanilla única’, ya que su gama de productos es tan amplia que maximiza la comodidad y conveniencia del cliente, que no tiene que repartir su tiempo de compra entre varios establecimientos”, asegura Beatriz Fernández, responsable de Retail and Consumer Goods en Iberia.
Desde que se prioriza el dinero antes que otros factores, los supermercados también se han aprovechado de sus marcas blancas. El comercio pequeño y local son los más perjudicados de esta situación, pues no tienen la capacidad para competir en esta batalla contra las grandes corporaciones.
España, el país más afectado por la inflación
En el estudio se han tenido en cuenta a los principales países europeos. Sin embargo, España es la que cuenta con los precios más altos en productos de primera necesidad. Las verduras, las frutas, los huevos, los lácteos y la carne han registrado en España una subida de precios bestial.

Los encuestados han sido preguntados por la responsabilidad de este aumento de los precios. El 45% le echa la culpa a los minoristas porque consideran que están encareciendo los precios más de lo necesario para enriquecerse. Un 16% le atribuye la responsabilidad a los productores/fabricantes y un 33% reparte responsabilidades entre los dos.
Los españoles a favor de una intervención pública
Los consumidores encuestados están a favor de una intervención gubernamental en el sector de la alimentación para regular el precio de los productos en la cesta de la compra. A pesar de que estamos lejos del IPC histórico de julio (10,8%), los españoles abogan por unas medidas similares a las se establecieron con el precio de la gasolina y de la energía. También se muestran positivos a la reducción del IVA o la ayuda en forma de cheque de 200€.
Un 93% vería con buenos ojos esta medida. Del total, la mitad se muestra a favor de fijar un precio para los alimentos básicos, mientras que la otra mitad propone establecer un tope de precios a determinados alimentos dependiendo de su categoría o necesidad.