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Longevidad

Con 101 años cose a máquina, enhebra agujas y juega dominó

Doña Ángela Idiana Rivero Mesón ensarta una aguja con naturalidad. Todavía le cose ropas a familiares. JORGE CRUZ/LD

Doña Ángela Idiana Rivero Mesón ensarta una aguja con naturalidad. Todavía le cose ropas a familiares. JORGE CRUZ/LD

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Wanda MéndezSanto Domingo, RD

Con 101 años, doña Ángela Idiana Rivero Mesón todavía se sienta frente a una máquina de coser para arreglar ropa de algún familiar, principalmente a nietos, y aún enhebra la aguja sin dificultad, porque tiene una vista perfecta.

Narró que toda la vida le ha gustado coser, lo que le permitió criar a sus hijos, pero afirma que no fue una modista de patio, porque trabajaba para mujeres de la jerarquía del país.

Rivero Mesón también juega dominó, regularmente todos los domingos en la tarde con sus hijos.

“Juego dominó porque es un escape, me divierto, y ayuda la mente a calcular”, dice.

Aprendió el dominó a los 14 años, jugando en el piso de la sala de la casa con algunos amiguitos, y luego recibió instrucciones de grandes jugadores.

Ejercita la mente Otro pasatiempo es llenar “sopas de letras” para tener la mente activa.

Todos los días acostumbra a leer varios periódicos para conocer el acontecer nacional, pues Rivero Mesón fue una activista política. “Hay que leer, el que no lee un periódico no está vivo”, expresó.

Es una mujer alegre que recita poesías y canta. Recuerda hechos con una lucidez y exactitud impresionantes.

Su único problema es que oye poco, por lo que hay que hablarle bastante alto para que pueda escuchar, y presenta dolencias en las rodillas que la obligan a veces a usar un andador.

Aún así, siente el deseo de bailar. “Si no fuera por esta rodilla, ay mamá, que bailá de bachata diera”, comentó.

Hace más de 20 años le detectaron cáncer en el útero, pero afirma que lo superó con un tratamiento. “Yo no me acobardé, porque de algo tiene uno que morir”, señaló.

El secreto A la buena alimentación que ha tenido atribuye poder cumplir 101 años, pues expuso que cuando chiquita comió bien.

“El que come bien llega a viejo, el que no come se muere”, afirma.

Considera que si la persona no se alimenta bien en la juventud llega a la vejez “chueco” y “ñeco”.

Su comida favorita siempre han sido los pescados y mariscos. Dice que le encantan los camarones y la langosta. Contó que la criaron con abundancia de comida, porque su padre era comerciante y tenía almacenes, aunque precisó que hubo un tiempo en que la familia tuvo crisis económica. En su juventud ingirió poco alcohol, y ahora no le gusta porque “eso no es comida”. Se acuesta después de las 12 de la noche, pero suele levantarse pasada las 9 de la mañana.

Doña Rivero Mesón crió sola a sus hijos, porque se separó del padre cuando estaban pequeños.

Levantó su familia en el sector Villa Juana del Distrito Nacional, adonde se mudó desde la provincia Puerto Plata en busca de mejorar su calidad de vida.

Asegura que les dio buena formación a sus hijos “con mano y pulso”, y por eso “no son ladrones ni asesinos”. Confía que llegará a 105 años. “Me he preparado para morir en el 2023”, dice.

CLAVES Origen Nació el 11 de diciembre de 1917, en Puerto Plata. Luego se mudó a Villa Juana del Distrito Nacional.

Familia Tuvo 10 hijos (uno falleció). Tiene 28 nietos y 34 biznietos. Crió a sus hijos sola y logró darles buena formación.

Es amorosa con sus descendientes.

Jugando dominó con tres hijos, lo cual acostumbra a hacer los domingos en la tarde. JORGE CRUZ/LD

Le gusta posar para las fotos.

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