GOLPE AL NARCO
Narcos han actuado con impunidad en el país
Con el desmantelamiento de la red de narcotráfico internacional que lideraba César Emilio Peralta, mejor conocido como “César El Abusador”, queda en evidencia el grado de permisividad que han tenido las autoridades dominicanas frente a este y otros narcos que han operado con impunidad en los últimos 25 años.
El crimen organizado y la venta de narcóticos a gran escala han tenido diversos cabecillas visibles en el país que pudieron infiltrarse en las altas esferas de la sociedad debido al cúmulo extravagante de dinero y poder adquisitivo.
“César El Abusador” era famoso entre los cantantes, peloteros y comunicadores que de manera constante se hacían “selfies” en los diversos clubes y discotecas de la capital; tales como Sala VIP, Flow Gallery Lounge, Aqua Club y La Kuora, de las cuales él era el dueño.
Este también se movilizaba en el ámbito de la música donde promocionaba a figuras públicas mediante las redes sociales a través de Yader Rafael Jáquez Araujo alias “Jake Mate”, quien actualmente está involucrado en el expediente.
Pero como él, otros capos de la droga controlaron el negocio a tal punto de mantener en vilo durante meses, e incluso años, a toda la población.
Florián Féliz
Desde su aparición en los medios de comunicación en 1994 cuando fueron incautados en las costas de Pedernales 953 kilos de cocaína que escondía en latas de salsa de tomate en el interior del barco Phoenix, Rolando Florián Féliz emergió como el capo más sonado del país.
Por este caso fue condenado en contumacia en 1996 a 20 años de prisión, junto a un grupo de cómplices.
Por casi cinco años, Florián Féliz, quien había nacido en las costas de Paraíso, Barahona, fue el narco más buscado por la DNCD, por cargos recogidos en nueve expedientes.
Para evadir la persecusión usaba cuatro nombres falsos y salía y entraba con facilidad al país. Su conexión con los carteles de drogas colombianos le permitía enviar millonarios cargamentos desde Panamá, República Dominicana y Haití hacia los Estados Unidos.
Murió en la cárcel de Najayo el 17 de mayo de 2009, según la versión oficial, cuando enfrentó a los custodias que trataron de sacar de la celda a mujeres con las que tomaba bebidas alcohólicas.
El Amarillo
Wilfredo Andújar Guzmán, mejor conocido como “El Amarillo”, fue un poderoso narcotraficante que operaba en el país a principio del nuevo milenio. Sin embargo, durante un operativo en 2001 resultó apresado; y es ahí donde por primera vez apareció en los archivos de la justicia dominicana el nombre de Felipe Rodríguez Rosa, quien posteriormente se sabría que era uno de los primeros motes que utilizaría un tal José David Figueroa Agosto.
Quirino
El 18 de diciembre de 2004, Quirino Ernesto Paulino Castillo estaba tranquilo. Todo le salía como había planificado. El retraso inicial estaba resuelto y no tenía motivos para dudar de que “coronaría” los 1,387 kilos de cocaína que trasladaba hacia Santiago para posteriormente enviarlos a Estados Unidos.
Sin embargo, desconocía que había otro plan: agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el apoyo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), le tenían montado un operativo de vigilancia, que incluía la grabación de sus conversaciones con los involucrados en el transporte de estupefacientes.
En plena jornada, y de manera simultánea, fue apresado junto a Lidio Arturo Nin Terrero y otros que realizaban el operativo.
Luego de ser extraditado a Estados Unidos y cumplir 10 años de prisión, fue repatriado en marzo de 2015 tras haber logrado una reducción, a raíz de negociaciones con los fiscales federales.
SEPA MÁS José David Figueroa Tensión
El 17 de julio de 2010, culminaba una de las más feroces persecuciones en contra de un narcotraficante.
Figueroa Agosto pudo vivir en el país durante diez años con varias identidades hasta que las autoridades anunciaron el decomiso de 4.6 millones de dólares en una jeepeta que se encontraba en un edificio del sector La Esperilla de la capital.
Desde la clandestinidad, dirigió una banda de sicarios que se dedicaron a matar personas que habían estado vinculadas a su red.
Fue apresado en Puerto Rico y luego condenado a 30 años de prisión.