Transporte alternativo y una ciudad amigable

Expertos consultados por este medio coinciden que conceptualmente, Santo Domingo es una ciudad poco sostenible, puesto que el desplazamiento implica una gran pérdida económica, social y ambiental. Fuente externa.

Expertos consultados por este medio coinciden que conceptualmente, Santo Domingo es una ciudad poco sostenible, puesto que el desplazamiento implica una gran pérdida económica, social y ambiental. Fuente externa.

Avatar del Listín Diario
Nasha Cruz ChevalierSanto Domingo, RD.

Gracias a una oferta de transporte público poco estructurada, intermodalidad y cobertura defectuosa e inseguridad vial, la movilidad en Santo Domingo actualmente es ineficiente y poco sostenible, puesto que está generando un impacto negativo en términos ambientales.

República Dominicana, pero en especial el área metropolitana, presenta el reto de la movilidad sostenible, la cual implica el desplazamiento de las personas de un lugar a otro de manera eficiente, rápida, cómoda, segura y responsable con el medio ambiente. Busca tener medios de transporte “amigables” que contribuyan a la respuesta climática, al crecimiento económico y al desarrollo sostenible.

¿Qué entrevé? El papel de la movilidad sostenible es el de disminuir la huella ambiental utilizando medios de transporte, ya sean colectivos o individuales, más sostenibles. “Es usar menos el carro y usar modos como el transporte público, la caminata, la bicicleta, para hacer los desplazamientos. De lo contrario, la segunda estrategia es usar vehículos más limpios”, explicó Juan Pablo Bocarejo, director del Apoyo a la Implementación del Plan de Movilidad Sostenible del Gran Santo Domingo (Aipmus).

Actualmente, Santo Domingo ofrece como transporte alternativo y respetuoso con el medio ambiente, el Metro de Santo Domingo, el Teleférico, vehículos eléctricos, bicicletas, autobuses OMSA y traslados a pie.

Beneficios

A rasgos generales, emplear medios de transporte sostenibles constituye una ciudad medioambientalmente amigable, que es interesante para que otras personas puedan conocerla (turismo) y, además, concibe ciudadanos con menor cantidad de estrés y ansiedad; con mayor calidad de vida, más productivos y que disfrutan de lo que el entorno ofrece.

Ahorro económico para los usuarios. Bocarejo dijo que, idealmente, un usuario de bicicleta o del transporte público, gasta menos dinero del que puede expender una persona en su automóvil cotidianamente y aún más en términos de tiempo.

Contribución clave para la salud. Al optar por reducir los desplazamientos en vehículos de motor se contribuye a que descienda la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias o problemas de desarrollo cognitivo infantil, entre otros factores.

Además, de acuerdo con informaciones del Ministerio de Medio Ambiente, el uso de transportes alternativos supone una menor explotación petrolífera, creación de miles de puestos de trabajo, ciudades verdes y más bellas y el impulso de áreas céntricas sin presencia abusiva de coches.