SIN PAÑOS TIBIOS

“La logística será nuestro petróleo”

El azar geográfico ubicó nuestra isla “en el mismo trayecto del sol”, justo en la “frontera imperial”. Esa cercanía a los Estados Unidos (EU) hizo que desde finales del siglo XIX nuestra política se viera condicionada por los intereses del gran capital, como en siglos anteriores había ocurrido en función de los de las potencias europeas que se enfrentaban en la zona.

Finalizada la Guerra Fría y el enfrentamiento ideológico, la importancia geoestratégica del país cayó en desuso desde el punto de vista militar o político, pero, liberadas las fuerzas del consumismo a su máxima expresión, el azar geográfico toca la puerta y el país adquiere una importancia estratégica de primer orden en el ámbito comercial; porque ahora, en el proceso de reconfiguración del modelo económico se valora tanto la conectividad, institucionalidad, transparencia y capacidades, como la cercanía de la periferia hacia el centro; y, en ese cambio de paradigma productivo, a las características naturales del país –cercanía a EU, estructuras de puertos aéreos y marítimos, carreteras, etc.–, se suman los mayores niveles de conectividad con Europa, EU, Sudamérica, entre otras.

Estos fundamentos geográficos y estructurales de por si solos no serían suficientes para que, como país, pudiéramos beneficiarnos de ellos, pues para lograrlo necesitaríamos fortalecer nuestro marco jurídico, institucional y de gestión operativa aduanera. En ese contexto, adquiere importancia fundamental el liderazgo del director general de aduanas Eduardo Sanz Lovatón –Yayo–, al impulsar y llevar a feliz término la construcción de acuerdos con los stakeholders que facilitaron la puesta al día del marco normativo, así la implementación de los procesos de innovación desplegados dentro de la institución que se han traducido en despachos más rápidos y eficientes; mayores niveles de fiscalización y transparencia; incorporación de tecnologías de hardware y software de vanguardia, etc., que permiten que la institución pueda asumir el reto de incrementar las recaudaciones desde una lógica de facilitación y promoción del comercio, y no de su obstrucción.

Con estas mejoras y el fortalecimiento de las capacidades de sus recursos humanos, las bases están dadas para pasar de las palabras a los hechos, y por eso, en el día de ayer la Dirección General de Aduanas realizó el evento “Hub RD”, donde presentó los resultados del “Estudio de segmentos del Hub” que, a grandes rasgos, procura identificar “los segmentos de mercado junto a un plan estratégico y de acción para consolidar la República Dominicana como un Hub logístico regional”.

El gobierno ve este nicho como un nuevo motor de la economía dominicana para el siglo XXI, como en su momento lo fueron el azúcar, el café, las zonas francas o el turismo; sólo que esta vez, el presidente Abinader asume la logística como otra oportunidad de crecimiento y desarrollo, y porque en palabras de Yayo Sanz Lovatón, “la logística será nuestro petróleo”, o lo que es lo mismo: “La Gran Oportunidad de un país que se transforma”.