¿Cómo se elige un nuevo papa?
En un principio eran elegidos a través de la opinión popular que sostenían el clero y los fieles.
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El Papa Francisco durante la proclamación de nuevos santos de la Iglesia Católica en la Jornada Mundial de las Misiones 2024, en el Vaticano, a 20 de octubre de 2024, en Ciudad del Vaticano.
Considerado por la iglesia católica como la máxima autoridad terrenal y el padre espiritual de los fieles católicos, el papa es una figura central que representa la cabeza visible de los creyentes, además de ser llamado como el vicario de Cristo.
A lo largo de la historia, el catolicismo ha registrado 266 papas, incluyendo al actual Francisco, de los cuales muchos han ejercido el pontificado durante menos de un año y otros han llegado a durar más de 20 años.
Aunque en un principio eran elegidos a través de la opinión popular que sostenían el clero y los fieles, según la página web de National Geographic, en el año 1059 el papa Nicolás promulgó un decreto donde establecía el proceso de elección de los pontífices y el papel de los cardenales obispos como posibles electores.
Con el tiempo, este decreto le otorgó más autonomía al Sacro Colegio Cardenalicio, consejo de alta jerarquía eclesiástica compuesto por los cardenales, establecido de manera formal en 1150.
Algunos de estos cardenales que integran este colegio suelen trabajar de manera directa para el Vaticano, pero por lo general la mayoría son distribuidos por todo el mundo y dirigen una diócesis o arquidiócesis.
Ya sea porque un pontífice muera o renuncie a su posición, los cardenales menores de 80 años tienen el deber de viajar a Roma en un tiempo estimado de 15 o 20 días para participar en la nueva elección, donde se les asigna una iglesia local “titular” para supervisar y celebrar misa durante su estancia.
Reunidos de manera oficial, se adentran en la Capilla Sixtina que, con estrictas medidas de seguridad, garantiza el secreto del procedimiento y queda totalmente sellada al público durante la reunión y solo unos pocos pueden mantener contacto con los cardenales que votan. A esto es a lo que se le conoce como cónclave papal.
De acuerdo con la Enciclopedia Britannica, en este procedimiento los cardenales votan por varios días hasta seleccionar un candidato. El primer día del cónclave papal se realiza la votación inicial; en caso de que nadie quede electo, se continúa por un máximo de cuatro días.
Cuando uno de ellos recibe dos tercios de los votos, se convierte en el nuevo pontífice de la iglesia y tanto las papeletas como todas las notas correspondientes al cónclave son quemadas en una estufa situada en la capilla.
El color del humo que sale de una pipa que atraviesa el techo permite a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro saber cómo ha ido la votación: cuando ningún candidato obtiene la mayoría necesaria, el humo es negro; si se ha elegido un nuevo Papa, el humo es blanco y la noticia es confirmada formalmente con la aparición del diácono de mayor edad en el balcón central de la plaza para declarar las palabras en latín “Habemus papam”, que traducido significa “Tenemos un Papa”.
Poco después, el nuevo Papa, con ropas pontificias, aparece en el mismo balcón y da su primera bendición como Papa a la multitud.
Cuando Francisco apareció por primera vez en el público en el 2013 desde el balcón, optó por una sotana blanca en lugar del manto rojo usado por los papas anteriores.