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En Santo Domingo “¿Te apetece comer pasta?”

Novedad. Hace pocos meses abrió en la capital el restaurante Tuvá.

Fachada del restaurante Tuvá en Santo Domingo.

Fachada del restaurante Tuvá en Santo Domingo.Ángel Ramos B

Me recomendaron un restaurante recién abierto, cuyos propietarios tienen otro con dicho nombre en Cabarete”, dice Ángel, mi hijo mayor, luego de preguntarme si me apetece comer pasta. “Está en la Sarasota, muy cerca de la avenida Abraham Lincoln”. Enrumbamos hacia éste. “Míralo ahí. Ese es: Tuvá”. El edificio de dos pisos tiene un área con techo de ladrillo a dos aguas y un pequeño y bien cuidado jardín donde no hay estacionamiento, excepto para un vehículo hacia un lado, pero hay valet parking y facilidad de parqueo, pues la calle con la cual hace esquina, Los Robles, tiene poco tráfico.

Penne al salmón y vodka.

Penne al salmón y vodka.Ángel Ramos B

En el piso bajo hay un rincón con mesa y silla para recibir a los clientes. Ahora está vacía. Es en el segundo piso donde hay espacios cerrados y terrazas destinados a comedores. Tras responder afirmativamente a la pregunta de si tenemos reservación, nos acompañan a una mesa. Aunque carece de mantel, la madera de su tope luce bien, amén de que las servilletas son de tela. El personal femenino viste túnica negra con bordado blanco en el corpiño.

Los platos del chef

Mientras estudiamos la carta la camarera trae un pequeño plato “cortesía de la casa”: “Es Pasta frita con jamón. El toque blanco es de leche”, explica. ¡Delicioso! Son dos por persona, pero tan suculento que me llena. Se convierte, por tanto, en mi entrada. Sin saber por cuál plato decidirme, la camarera ofrece las sugerencias del chef, que no están en el menú.

Raviolis rellenos de berenjena.

Raviolis rellenos de berenjena.Carmenchu Brusíloff

Me inclino por los “Raviolis rellenos de berenjena, aceituna negra y tomaticos frescos cherries”. (El precio RD$ 1,100.00). Son tan buenos que ni un trozo dejé en el plato. Ángel elige de la carta “Penne al salmón y vodka”. Suena interesante. (RD$ 900.00).

Al probarlos reacciona con rapidez: “¡Y están al dente!” Cuando los ordenó olvidó especificar dicho detalle. No fue necesario. El chef es italiano. También trajeado de negro y con un enorme delantal blanco se acerca a cada mesa a saludar y averiguar nuestra reacción a la comida. “Todo bien” le decimos. Acompañamos la pasta con un vino toscano: el tinto de Arggiano. (Mi hijo, Ángel Ramos Brusíloff y yo tomamos las fotos para este artículo en el Listín Diario). 

Postre

Tiramisú.

Tiramisú.Carmenchu Brusíloff

De los postres en la carta ordeno Tiramisú. La empleada aclara que hay tres tipos: tradicional (con café), con nutella, o con limón. “Para mí, tradicional”. ¡Qué rico! (Recién leí que el tiramisú actual lo creó en el siglo XX, el pastelero italiano Roberto Linguanotto, inspirado en un dulce llamado “zabaione”).

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