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Solidaridad: Fundaciones trabajan por el futuro de los niños con base en la educación

Estas entidades abogan por la formación de niños, niñas y adolescentes de bajos recursos y para ello desempeñan diferentes programas que los ayudan a poder continuar superándose.

Las recaudaciones para que, a través del Árbol de la Esperanza, 19 fundaciones que se dedican a diversas causas sociales puedan continuar impactando a niños y jóvenes con su trabajo, ya empezaron. Del dos al 22 de este mes, el primer piso de Ágora Mall será el epicentro del ‘tributo a la solidaridad’. 

Bajo el lema de ‘el mejor regalo es el que venta del corazón’ tres de estas fundaciones abogan para que la educación sea el arma más valiosa para los niños y jóvenes, por lo que desde sus inicios se han enfocado en rescatarlos de las calles, brindarles apoyo personalizado e incluso programas de nivelación académica. 

“Los objetivos básicos son garantizar el acceso a la salud, formación integral y prevención de abuso y embarazo en adolescente. Tenemos tres programas principales: educación, salud y deporte. A través del programa de educación hacemos que los niños reciban servicios de nivelación académica porque hemos visto que no es suficiente lo que reciben muchas veces en los centros educativos”, explica Jhonal Meran, director general de la Fundación Pedro Martínez.

Actualmente, la fundación, que abrió sus puertas en 1998 en San Miguel de Manoguayabo, hoy trabaja con 42 escuelas, apoya a alrededor de 3,500 niños y para el próximo año “tendrán listos una escuela básica y un politécnico modalidad general y técnico deportivo”.

Pero no siempre los niños están en la escuela, sino que se dedican a trabajar para que ellos califiquen de ayudar a su familia; es el caso de Neiky, un joven de 13 años que se dedicaba a limpiar botas para poder colaborar económicamente en su casa cuando tenía 10 años.

Neiki pertenece a una familia de siete hermanos y es uno de los más pequeños; sin embargo, ahora es un poco más consciente de la importancia que tiene en su vida el poder ir a la escuela y llora al contar detalles de su pasado antes de que la fundación La Merced le brindara una mano amiga.   

“Me gusta la batería, el básquetbol y el fútbol, pero mi sueño es ser mecánico de avión”, cuenta Neiky.

La Merced es una fundación que pertenece a la Iglesia Católica y se dedica a “brindarles una vida digna a los niños, niñas y adolescentes, liberándolos del trabajo infantil”, en comunidades como La Caoba y Bienvenido en Santo Domingo Oeste.

La fundación, una vez que logra captar a los niños y sacarlos del trabajo infantil, ofrece un acompañamiento continuo tanto a ellos como a su familia, para garantizar que continúen estudiando e inclusive los niños acuden a la entidad a comer antes de ir a la escuela. Además, para cumplir con esta función se apoyan de programas culturales como danza, teatro y música.

“El Árbol de la Esperanza vendría a fortalecer el programa de escuela de arte. Tenemos una en Bienvenido, el Centro Era, donde los niños los viernes y sábados disfrutan de alguna disciplina como instrumentación, pintura, percusión, danza y teatro”, afirma Alberto Jiménez, director ejecutivo de la fundación.

En cifras

Mientras que María del Pilar López, presidenta de la junta directiva, sostiene que alrededor de 1000 niños y adolescentes reciben apoyo desde la fundación. 

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