Sor Trinidad: La monja que aboga por la salud mental desde la iglesia

“La salud mental, hoy, es uno de los temas más dejados y más olvidados en el ámbito general… pese a que cuando pierdes tu cabeza, pierdes la vida”. Con esta frase, Sor Trinidad Ayala, de la Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, expresa su sentir por la poca atención que reciben las enfermedades mentales.

Sor Trinidad recuerda haber visto de pequeña, en La Vega, su pueblo natal, qué tanto puede una enfermedad mental quitarle la dignidad a una persona. Cuenta que veía a un anciano con señales de demencia que solía sentarse cerca de su casa familiar, sobre una piedra, aun bajo la lluvia, sin la conciencia para buscar comida, abrigo o a sus seres queridos, quienes le daban por desaparecido.

Ante esta situación, ella y su padre intercedieron para que ese hombre, en estado de vulnerabilidad, volviera a casa. Desde allí comprendió el valor del cuidado para este segmento de la población afectado por los trastornos mentales.

Así que, a través de su formación como monja en la Congregación de Hermanas Mercedarias de la Caridad, como enfermera en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y como magíster en Administración de Salud de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos ha buscado combinar dos elementos clave en el servicio médico: la calidad y la calidez.

Esa calidez es, según ha visto ella, lo primero que se pierde ante un paciente “que nadie quiere”, ya que es una situación que cualquiera puede pasar y según el psiquiatra José Miguel Gómez, seis de cada 10 personas tienen síntomas de depresión que no son tratados.

Trabas que ha vencido

El camino para lograr su propósito no ha sido fácil, pues Trinidad cuenta que cuando llegó al mando de la recién constituida Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, en 2005, las oficinas no tenían siquiera sillas.

Un año después, el Papa Benedicto XVI enfatizó en la necesidad de trabajar en pos de la salud mental y Sor Trinidad vio en este mensaje una confirmación de su propio llamado.

 Así, la Pastoral se convirtió en una estructura que incluía personal médico de enfermería y bioanálisis, entrando de manera transversal el cuidado psicológico, ya que una de las primeras secciones que la religiosa habilitó fue un espacio para brindar servicios de Psicología y Psiquiatría.

Comenzaron, tal cual lo hizo en su infancia, extendiendo una mano a los adultos mayores que vivían con demencia en condición de calle. En una caseta les bañaban, les peinaban, les colocaban ropa limpia y comenzaban un tratamiento psicológico, que luego se convertía en atención psiquiátrica, gracias a la labor de especialistas asociados y a una alianza con el Hospital Docente Francisco Moscoso Puello.

Tres meses después, el resultado fue tan positivo que institucionalizaron la metodología, convirtiéndose años más tarde en un plan de formación para brindar un tratamiento humanizado con el que hoy la institución ha logrado formar a más de cuatro mil personas en asistencia médica, ha creado una red nacional de 150 dispensarios y ha brindado atención a través de más de 10 millones de consultas.

En el trayecto, Sor Trinidad ha luchado por eliminar parte del estigma de las dolencias mentales con una presencia activa en medios de comunicación. “Lo que pasa es que la gente no quiere que lo sepan, porque cuando uno tiene problemas de salud mental, donde primero te rechazan, es en la casa”, razona.

Su reflexión también se centra en lo difícil que es conseguir empleo y el temor que invade a las personas con una condición de salud mental. “Luego la gente no te emplea por temor a tu condición. Entonces quien la padece, tiene miedo a ser rechazado”. Así lo entiende la monja que se destaca a través de una labor altruista que la hace destacar en el Día Internacional de la Mujer a celebrarse el próximo 8 de marzo. 

Su historia, junto a la de otras mujeres, está plasmada en un libro ideado por Switch Havas, que resalta a dominicanas destacadas en el sector salud.