PSICOLOGÍA

Proceso psicoterapéutico: ¿Por qué duelen las palabras de tu psicólogo?

La terapia no siempre es cómoda, pero, cuando nos causa malestar, también puede ser una puerta hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos.

La clave está en la apertura a la exploración y en el diálogo honesto con nuestro profesional.

La clave está en la apertura a la exploración y en el diálogo honesto con nuestro profesional.Getty Images

Avatar del Listín Diario
 Lorena Álvarez, M.A/ Grupo Profesional PsicológicamenteSanto Domingo, RD

La terapia es un espacio de crecimiento, exploración y autoconocimiento. Sin embargo, en ocasiones las palabras de un psicólogo pueden generar malestar, incomodidad o incluso dolor emocional. ¿Por qué sucede esto y qué sígnica realmente?

El proceso psicoterapéutico es profundo y muchas veces toca lo más sensible de nuestra psique. Cuando el psicólogo señala una verdad difícil de aceptar o presenta una reflexión que toca heridas antiguas, el dolor emocional es natural. Esto no sígnica que el psicólogo haya hecho algo mal, sino que ha abierto una puerta hacia una parte de nosotros que aún necesitamos sanar.

Las palabras del psicólogo pueden generar incomodidad porque nos enfrentan a realidades que tal vez hemos evitado o negado. En terapia, la confrontación no sígnica ataque. Un buen profesional no busca herir ni imponer su verdad, sino ayudarnos a ver aspectos de nosotros mismos que podrían estar frenando nuestro bienestar.

La incomodidad que sentimos puede ser parte del cambio, ya que nos obliga a mirar donde normalmente no queremos. Si algo dicho en sesión genera una reacción fuerte dentro de ti, es importante preguntarse: ¿Por qué me afecta tanto esto? ¿Hay una verdad aquí que me cuesta aceptar? El propósito de dicha incomodidad es darte el permiso de verte desde una perspectiva distinta. El verdadero objetivo es que, a través de ese dolor momentáneo, se alcance una mayor comprensión de uno mismo.

Se vale expresarse

Sin embargo, también es clave diferenciar entre una confrontación terapéutica y una comunicación poco sensible o inapropiada. Si sientes que el comentario fue injusto o fuera de lugar, es válido expresarlo. La relación terapéutica se basa en la confianza y el diálogo abierto. Hablar con tu psicólogo sobre cómo te hicieron sentir sus palabras puede fortalecer el proceso y darte herramientas para afrontar conflictos en otras áreas de tu vida.

La terapia no siempre es cómoda, pero, cuando nos causa malestar, también puede ser una puerta hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos. La clave está en la apertura a la exploración y en el diálogo honesto con nuestro profesional.

Tags relacionados