La inmunoterapia puede ser eficaz para pacientes con cáncer colorrectal metastásico no diseminado al hígado

Cáncer de colon - UCM - Archivo

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Los investigadores de City of Hope, un centro de investigación y tratamiento de cáncer, diabetes y otras enfermedades mortales en Estados Unidos, analizaron el tipo más común de cáncer colorrectal metastásico y han descubierto que estos pacientes responden mejor a la inmunoterapia de bloqueo de puntos de control, un tratamiento innovador que ayuda al sistema inmunitario a reconocer y atacar las células cancerosas, si los tumores no se han extendido al hígado.

Estos resultados, publicados en la revista 'JAMA Network Open', son importantes porque la inmunoterapia se ha considerado tradicionalmente ineficaz contra el cáncer colorrectal estable por microsatélites (MSS), que representa el 95% de todos los casos de cáncer colorrectal metastásico. Estos pacientes tienen pocas opciones de tratamiento una vez que se vuelven resistentes a la quimioterapia.

El estudio retrospectivo incluyó a 95 pacientes del City of Hope con cáncer colorrectal metastásico MSS que recibieron un tratamiento dirigido con el inhibidor del punto de control inmunitario PD-1/PD-L1 una vez que su enfermedad se hizo resistente a la quimioterapia. La mediana del tiempo de progresión de la enfermedad para los pacientes que no tenían metástasis en el hígado fue de cuatro meses, en comparación con un mes y medio para aquellos cuyo cáncer se había extendido al hígado.

"Cuando estratificamos a los pacientes en función de la presencia o ausencia de metástasis hepáticas, observamos que alrededor del 20% de los pacientes sin metástasis hepáticas tuvieron una respuesta importante al tratamiento anti-PD-1 o anti-PD-L1, mientras que ninguno de los pacientes con metástasis hepáticas experimentó una respuesta positiva", afirma el doctor Marwan Fakih, codirector del Programa de Cáncer Gastrointestinal y Director Distinguido de Investigación Clínica Judy & Bernard Briskin en City of Hope.

"Los pacientes con cáncer colorrectal sin metástasis hepáticas podrían beneficiarse de la inmunoterapia considerablemente más que los pacientes con metástasis hepáticas", asegura.

Cuando el cáncer colorrectal se extiende al hígado, algunos pacientes pueden someterse a una intervención quirúrgica para extirpar todos los tumores pero en ocasiones esto no es posible. Es entonces cuando se recurre a la quimioterapia, pero "la quimioterapia está destinada a dejar de funcionar y tenemos que buscar otras opciones de tratamiento", reconoce Fakih.

"Hasta donde sabemos, éste es el mayor estudio que evalúa el impacto de la focalización de PD-1/PD-L1 en la respuesta de los pacientes, estratificada según el lugar de la enfermedad metastásica", resalta.

El significado clínico, añade Fakih, es que los pacientes con cáncer colorrectal avanzado con metástasis en el hígado no deben ser considerados para la terapia basada en PD-1/PD-L1. En su lugar, se recomiendan otras estrategias de investigación novedosas.

"Para los pacientes sin enfermedad metastásica en el hígado, las terapias basadas en PD-1/PD-L1, en particular las que combinan estos agentes con inhibidores de la tirosina quinasa (TKI), son muy prometedoras", apunta, señalando que los TKI que se dirigen a la vasculatura del tumor modifican el entorno del mismo y lo hacen más receptivo a la terapia basada en PD-1/PD-L1.