Miles vuelven a marchar en Latinoamérica por el Día del Trabajador

En otras naciones latinoamericanas también regresaron los desfiles y manifestaciones callejeras con motivo de la fecha para reclamar mejoras salariales

Miles de personas desfilan por una avenida durante la marcha del 1 de Mayo hacia la Plaza de la Revolución en La Habana, Cuba. Foto AP.

Miles de personas desfilan por una avenida durante la marcha del 1 de Mayo hacia la Plaza de la Revolución en La Habana, Cuba. Foto AP.

Cientos de miles de trabajadores cubanos volvieron a marchar el domingo por el día de los trabajadores por primera vez en dos años debido a las restricciones por el coronavirus y en medio de la dura crisis económica que atraviesa la isla caribeña.

En otras naciones latinoamericanas también regresaron los desfiles y manifestaciones callejeras con motivo de la fecha para reclamar mejoras salariales y medidas de protección frente a la inflación y los devastadores efectos económicos asociados a la pandemia en la región.

La principal y más multitudinaria manifestación se desarrolló frente a la Plaza de la Revolución en La Habana, donde estuvo presente el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el exmandatario Raúl Castro. En otras ciudades cubanas también se realizaron demostraciones por el 1 de mayo.

“Esta jornada de conmemoración... se convertirá nuevamente en una contundente e inequívoca demostración de la unidad”, señaló el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte, en un breve discurso antes del arranque de la marcha. “Y el compromiso social del pueblo con el proyecto que nosotros mismos hemos decidido construir. Desfilaremos enarbolando las banderas del socialismo”, agregó.

Banderas cubanas, miles de carteles con eslóganes de apoyo a la revolución o identificando los distintos centros de trabajo; fotos del expresidente Fidel Castro y hasta una figura gigante representando al coronavirus rodeado de las vacunas cubanas Abdala —una de las dos producidas por la isla— adornaron la manifestación para la cual muchos de los asistentes lucían sudaderas blancas, rojas o azules, los colores nacionales.

La marcha en la Plaza de la Revolución fue abierta por un bloque de cientos de trabajadores y especialistas de la biotecnología y del polo científico de la isla al cual los locutores, que animaban el desfile, saludaron como a héroes pues fueron los creadores de Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, los únicos antígenos desarrollados por un país latinoamericano. Con este producto fue inmunizado el 90% de la población de la isla, lo que según las autoridades ayudó a bajar los contagios.

El inicio estuvo precedido por un pasacalle donde podía leerse “Cuba vive y trabaja”, el lema de este año para la marcha que no se hacía desde 2019. Los cientos de miles de manifestantes utilizaron mascarillas cubrebocas, que son de uso obligatorio en la isla incluso en espacios abiertos.

“Este ejército de batas blancas, sencillamente salvaron al país”, dijo el locutor mientras la música de fondo animaba a los marchistas. Trabajadores de todos los sectores del país se manifestaron.

Cuba atraviesa una dura crisis económica provocada por la pandemia, una agudización de las sanciones de Estados Unidos presionando por un cambio de modelo político en la isla y las deficiencias propias marcadas por la baja productividad y un proceso inflacionario.

En Argentina, miles de activistas de sindicatos, organizaciones sociales y partidos de izquierda se movilizaron en varios puntos del centro porteño bajo diferentes consignas y reclamos, demandando principalmente más empleos y la recuperación del salario frente a la creciente inflación.

En medio de fuertes debates internos, el gobernante Frente de Todos celebró la efeméride dividido: los sectores afines al presidente Alberto Fernández marchaban el domingo, mientras que simpatizantes del kirchnerismo se congregaron el sábado en otro acto encabezado por el diputado Máximo Kirchner, quien criticó la actual política económica.

Fernández, en tanto, prometió el sábado que el gobierno trabajará para que los salarios de los argentinos “de una vez por todas se recompongan”, de modo que “le ganen a la inflación y rindan más”.

En marzo la inflación mensual alcanzó el 6,7%, su cifra más alta en dos décadas. El gobierno argentino espera una baja recién para mayo, según declaró el sábado a medios locales el ministro de Desarrollo y Producción, Matías Kulfas.

En Chile, miles de trabajadores volvieron a encontrarse en las calles de Santiago y otros puntos del país, principalmente convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor organización sindical chilena.

Salario mínimo sobre la línea de pobreza, canasta familiar protegida, reforma tributaria con impuestos a las clases acomodadas fueron algunas de las demandas formuladas por los manifestantes.

Por otro lado, Carabineros —la policía chilena— reportó en sus redes sociales incidentes y saqueos en otras zonas de la capital, donde hubo concentraciones alternativas a la marcha central. Felipe Muñoz Vallejos, alcalde de Estación Central, donde se suscitaron incidentes, dijo en Twitter que se detuvo a dos personas sospechosas de los disparos que se realizaron contra manifestantes.

El sábado, luego de reunirse con dirigentes del sindicato, el presidente Gabriel Boric calificó como “tremendamente importante” al acuerdo firmado esta semana con la CUT para el aumento del salario mínimo. Asimismo, el mandatario llamó a empresarios y sectores con mayores recursos a alcanzar juntos “un gran pacto tributario”.

El país sudamericano también ha registrado una suba histórica de la inflación en marzo, con un 1,9%, la mayor en casi 30 años.

En Uruguay, cientos de trabajadores se congregaron en un acto del PIT-CNT, central sindical única del país, y reclamaron medidas contra la “pérdida de salario real y el aumento de precios”.