Algo qué contar
“Obra en proceso”: La visión de un creador
Cuando leí a Stephen Covey en su libro Grandeza para cada día, pensé en el artista Oscar Abreu y en muchísimas personas que están trabajando por un sueño y lo hacen con mucha disciplina y constancia. Siempre se ha dicho que el ser humano es impredecible y se va transformado en la medida que cumple los ciclos vitales de la vida, pero hay un cambio que es por elección, cuando reconoces tus dones y lo usa para lograr un sueño o una pasión que le de felicidad y aporte un valor agregado a la sociedad. Talento A Oscar Abreu lo observo con esa mirada hacia el lado innato, intranquilo, ansioso y en éxtasis por la apertura del museo que lleva su apellido, en Bávaro Punta Cana. Es un artista muy apasionado que se entrega en cuerpo y alma a crear historias en trazos, y ahora, dibuja con el alma un legado para el arte dominicano y una contribución intangible al turismo cultural de República Dominicana. Esa noche vi como abrazaba a cada amigo que llegaba, familiar, o simplemente, todo el que fue para estar presente en ese gran día que bautizó “Obra en proceso”. Y es que según sus palabras, cuando comenzó el proyecto solo tenía una fecha para su gran obra, 17 de noviembre porque ese día es el cumpleaños de su hermana Joselyn. Filosofía Su discurso de apertura lo inició con la pregunta ¿Se puede o no se puede? Y la multitud dijo que sí se puede y los resultados lo corroboran. Su catalizador para este proyecto fue la pandemia, ya que murieron muchos amigos con quienes conversaba sobre el proyecto y muchas cosas más... Y sencillamente, no están. Él tenía planes de hacer el museo para 20 o 30 años y un día se preguntó ¿Y si ellos estaban en salud y ya no están y si mañana no estoy?
Empezar e inaugurar de forma prematura fue porque nunca se está preparado, según el artista uno arranca y punto. Esa noche lo celebró con muchas cosas por hacer, porque como quiera, nunca se está satisfecho, siempre falta algo. “Tenemos que celebrar, el pasado es historia, el futuro es incierto y el presente es un reglo”. Es su filosofía. Disciplina Si le apropio las palabras de Covey diría que todo lo vivido en Oscar es el resultado de un hombre que se ha encargado de su vida con disciplina, pero esta no se adquiere ni se mantiene con facilidad. Exige resistencia mental para vencer pasiones vanas y hábitos incorrectos, pero más que nada, demanda un enfoque incesante en lo que más nos importa. Como dice Aristóteles “Disfrutar el trabajo pone perfecta a la obra”.