Protagonista

Mercedes Canalda: La visión que transforma la inclusión financiera en República Dominicana

Enfoque

  • A principios de los 90, la idea de que financiar a mujeres en situación de vulnerabilidad podía ser rentable y sostenible parecía una utopía. Canalda y su equipo desafiaron este paradigma, y han demostrado que empoderar económicamente a las mujeres cambia la historia de muchas familias.
Mercedes Canalda de Beras-Goico

Mercedes Canalda de Beras-GoicoFuente externa

Dejar la seguridad de una carrera en el Banco Central para embarcarse en un proyecto con recursos limitados fue un salto de fe para Mercedes Canalda de Beras-Goico. Lo que comenzó como una invitación de su madre, la doctora Mercedes Pimentel de Canalda, para integrarse a la Asociación Dominicana para el Desarrollo de la Mujer, se convirtió en una misión de vida: transformar el acceso al crédito para miles de mujeres. Hoy, al frente de Banco Adopem, lidera una de las instituciones microfinancieras más influyentes de la región.

“Era un gran desafío dejar la seguridad del Banco Central por un proyecto sin un respaldo económico fuerte”, recuerda Canalda. “Pero cuando conocí a las clientes, entendí que había encontrado mi propósito”.

Uno de esos encuentros fue con Estela, una mujer que mantenía a su familia vendiendo comida en un barrio marginado. “Su tenacidad y determinación me impresionaron. Mujeres como ella, con tan pocas oportunidades, lograban cosas extraordinarias. Fue entonces cuando decidí que quería ayudar a estas emprendedoras vulnerables”, confiesa.

Convencida de la necesidad de fortalecer Adopem, Canalda investigó modelos similares en Latinoamérica y encontró en Perú, Colombia y México ejemplos exitosos de microfinanzas. Sin embargo, notó una diferencia clave: la mayoría de estos modelos no se enfocaban exclusivamente en las mujeres. En los años 90, la desigualdad de género era aún más marcada en el acceso al crédito y al emprendimiento.

Junto a su madre, tomó una decisión audaz: transformar Adopem en un banco regulado. “Mi mamá decía: ‘Vamos a hacer más que inclusión financiera, vamos a darle a la mujer una oportunidad real de acceder a un banco de verdad’”.

La transición de ONG a banco exigió más que una nueva infraestructura financiera. “Tuvimos que fusionar dos mundos: el social y el financiero. Capacitar al equipo, crear una estructura normativa y medir cada paso para garantizar sostenibilidad”, explica Canalda.

Desde entonces, el crecimiento ha sido notable. En los primeros años, Banco Adopem creció un 40% anual, consolidándose como un pilar del microfinanciamiento en el país. Su modelo no solo se enfocó en otorgar préstamos, sino en crear una banca relacional. “No es banca de consumo ni personal, es una banca que entiende la realidad de cada cliente y se convierte en su socio”.

Para Canalda, el éxito de la inclusión financiera no radica solo en la entrega de créditos, sino en el componente humano detrás de cada historia de superación. Su sensibilidad hacia las causas sociales tiene raíces profundas. “Lo aprendí en casa, pero también lo heredé”, afirma. Desde pequeña, fue testigo del trabajo comunitario de su familia. Su madre, proveniente de una zona rural de La Vega, le inculcó la importancia de la solidaridad.

Muy pronto Canalda entendió que ayudar debía ir más allá de la asistencia momentánea. “La solidaridad debe tener un componente de autosostenibilidad. No puede ser una muleta permanente”, enfatiza. Su enfoque siempre ha sido empoderar a las personas para que construyan su propio camino hacia la estabilidad económica.

La inspiración de su madre

Uno de los mayores retos de Canalda fue trabajar en la ONG dirigida por su madre. “Establecer límites entre la vida laboral y familiar fue complicado. En la oficina, ella era “la doctora”, pero en casa, seguía siendo mi madre. Tuve que adaptarme a los altos estándares que ella exigía. Siempre ha sido una persona meticulosa, que espera que las cosas lleguen bien estructuradas y finalizadas. Aprender a trabajar bajo esa exigencia me enseñó a ser más organizada y a asumir riesgos de manera calculada”, sostiene.

Mercedes Canalda de Beras-Goico

Mercedes Canalda de Beras-GoicoFuente externa

Una banca con propósito social

El impacto de esta visión se mide con cifras y resultados. En 2023, los beneficios de las clientas de Adopem crecieron un 7%, mientras que sus ventas aumentaron un 9%. Sin embargo, el camino para las mujeres sigue siendo más complejo.

“A una mujer en extrema pobreza le toma dos ciclos de crédito más que a un hombre salir de esa condición”, explica Canalda. Esto se debe a que las mujeres suelen asumir mayores responsabilidades económicas dentro del hogar.

“En la actualidad la innovación es clave en la evolución de la banca social”, enfatiza. Adopem trabaja en la digitalización de expedientes y créditos, además de la integración de criterios medioambientales en sus proyectos. “Buscamos mujeres que, sin darse cuenta, ya están creando negocios sostenibles, como aquellas que reciclan botellas o gestionan residuos”, concluye.

Mercedes Canalda respalda la idea de que cuando se invierte en las mujeres, se invierte en el desarrollo de la sociedad.

Celeste Pérez y Mercedes Canalda de Beras-Goico

Celeste Pérez y Mercedes Canalda de Beras-GoicoFuente externa

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