vivencias

El litigante crónico

En el transcurso del ejercicio profesional del abogado debe haber un desarrollo del razonamiento crítico, una responsabilidad ética, desde esa perspectiva, no merece respeto el litigante crónico que sólo se ha limitado a aprobar las materias que cursa en una universidad, concibiendo desde un inicio la normativa legal solo para utilizarlas en provecho propio, dejando a un lado la integridad jurídica, cuando en realidad puede decirse, que pueden ser astutos, pero ciertamente no gozan de la moralidad suficiente para ganarse la vida sin destruir la sociedad y los valores que la mantienen viva.

Se dice entonces, que al litigante crónico le causa escozor que le “cambien las pocas normas legales con las que se maneja y por ello es reacio a la evolución, es utilitario, y desprecia otros conocimientos que matizan la realidad jurídica, no admite las valoraciones sociales y tampoco las conoce, opera con la ética del depredador, concibiendo el Derecho como una caja de caudales a violar para obtener el mayor provecho posible, provecho que puede coincidir o no con los intereses de su cliente.

Tampoco le importan los medios para conseguir sus objetivos sin importar lo que piensen sus interlocutores o jueces y muchas veces los mismos clientes que, si se descuidan, también son defraudados.