PUNTO DE MIRA
PRM naufraga en el carisma de Omar
La estrategia del gobierno para competir por la senaduría del Distrito Nacional se ha tornado en su dolor de cabeza porque todos los que han medido contra Omar Fernández no marcan lo suficiente, desde la candidata natural, Faride Raful, hasta Guillermo Moreno, líder del pequeño partido Alianza País.
Aunque aún no es oficial que Moreno será el candidato del PRM es elocuente el silencio de Faride, quien parece haber comprendido que la presencia de Omar es pretexto ideal para llevarla a la piedra del sacrificio en una conspiración que está por encima de sus fuerzas.
Entre tanto, Omar Fernández, quien llegó al ruedo en hombros de multitud está en espera del adversario.
El carisma del joven diputado unido a su glamour, formación y don de gente, le imprimen un sello distinto a la campaña electoral. Omar tiene un atractivo para las masas que las encuestas registran en negritas. La traba oficial lo han topado en secreto con muchos aspirantes al senado, incluso al actual presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, sin resultados positivos.
En todo el DN se sabe que Omar es el favorito. El candidato de la FP detona el ranking por sus simpatías en todos los sectores porque se mueve en la clase media y no es raro encontrarlo metido en los callejones de los barrios populares mostrándose atento a sus problemas y ha recurrido a la ayuda con sus propias manos. Cuando la capital fue abatida por la reciente tormenta Omar estaba allí ayudando y se negó a hablar de política porque el momento era para apoyar a los afectados.
Hombres y mujeres de todas las edades confiesan que “ese carajito tiene algo en la bola”, algo que también el gobierno sabe y no encuentra con quien frenarlo.
Cuando se mencionó a Omar para candidato a diputado en las pasadas elecciones no me gustó la idea por considerarlo muy joven, pero trabajó y abrió la trocha por la que hoy camina su popularidad. No cuenta con el padre como muleta, pero sí hereda cualidades que lo ayudan.
Las elecciones son esencialmente un concurso se simpatías porque la gran masa no examina propuesta de gobierno. Y aunque Omar ha desplegado buenas iniciativas en la Cámara de Diputados que lo ayudan propulsar su figura, lo esencial en estos casos es que un aspirante les guste a los electores, que caiga bien y él tiene encanto.
En las elecciones de mayo Omar es la figura fresca, una presencia de juventud con cachet.