Alfabetización mediática, prioridad nacional
Ante la sobrecarga informativa, la diversidad de medios y la emergencia de plataformas digitales que transforman la manera en que accedemos a la información, es esencial que las personas desarrollen competencias para hacer frente a la nueva problemática social: la “desinfodemia”. La UNESCO define la desinfodemia como la circulación de información falsa o incorrecta en los medios con el propósito de desinformar o engañar.
A través de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), se fortalece la capacidad de los ciudadanos para comprometerse críticamente y de manera significativa con la información, mediante el desarrollo de competencias mediáticas, informacionales y digitales. Pero, ¿en qué consisten estas competencias?
Las competencias mediáticas permiten a los ciudadanos interactuar críticamente con los medios de comunicación, mientras que las competencias informacionales les capacitan para discernir cuándo y por qué necesitan información, dónde encontrarla, cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética. Estas competencias van más allá del mero uso de tecnologías y acceso a la información; también implican habilidades de pensamiento crítico, evaluación de calidad y relevancia, comprensión de sesgos mediáticos y ética en el uso de la información.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 19, establece el derecho fundamental a la libertad de expresión y acceso a la información. La AMI proporciona a los ciudadanos las competencias necesarias para ejercer este derecho plenamente, según lo destacado por Wilson (2011).
La UNESCO lidera la promoción de la alfabetización mediática e informacional a nivel mundial. Entre sus iniciativas, destaca el concepto de “Ciudades Alfabetizadas en Medios e Información” (MIL por sus siglas en inglés), una estrategia innovadora que fomenta el desarrollo de sociedades éticas y diversas en el uso de tecnologías y la innovación.
Para lograr la alfabetización mediática e informacional a nivel nacional, la UNESCO promueve políticas y estrategias integrales que abarcan acceso a la información, libertad de expresión, diálogo cultural y religioso, medios de comunicación, educación digital y empoderamiento de jóvenes y mujeres.
La alfabetización mediática e informacional es un proceso continuo y dinámico, según lo establecido por la Ley #5 de la UNESCO. Implica adquirir conocimientos, habilidades y aptitudes, así como el acceso, evaluación, producción y comunicación del contenido de los medios de comunicación.
Es crucial que en la República Dominicana orientemos nuestros esfuerzos hacia la construcción de una ciudadanía alfabetizada mediáticamente. Esto implica implementar gradualmente programas educativos que desarrollen estas competencias en todos los niveles escolares, para cultivar ciudadanos más libres y críticos.
Una medida inicial es formar a los docentes dominicanos con el currículo de Alfabetización Mediática e Informacional, permitiéndoles empoderar a las generaciones futuras para aprender de forma autónoma y continua, y convertirse en agentes multiplicadores de estas competencias entre sus alumnos y la comunidad en general.
La autora es Vicerrectora Académica Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña UNPHU