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SIN PAÑOS TIBIOS

Lo de la Ciudad Sanitaria, ¿era necesario?

“Como palomita en zinc caliente” reaccionó el Ministerio de Vivienda, Hábitat y Edificaciones (MIVHED) a la publicación del Listín Diario del pasado jueves 13, que evidenciaba el estado de abandono en que se encuentran las instalaciones de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.

Nuestros gobiernos nos tienen acostumbrados a este tipo de noticias. A lo largo de años, cuatrienios, décadas, miles han sido los titulares que muestran el derroche, despilfarro o pérdidas en que incurre el Estado por la gestión displicente y negligente de los responsables de muchas de sus instituciones; pero, a pesar de ello, el dominicano se resiste a acostumbrarse y ejerce su legítimo derecho a la indignación; y, en la especie, la frustración roza la rabia, pues ¿cómo justificar que 18,000 mil millones pesos más tarde, quirófanos, equipos especializados de última generación y 1,000 camas estén sin usar, dañándose o de camino a la obsolescencia, algunos equipos desaparecidos y la mayoría con la garantía caducada?

El MIVHED reaccionó como le encanta reaccionar a muchos funcionarios, con la vieja confiable: echarle la culpa de todo a todos los gobiernos desde Pedro Santana hasta Danilo Medina, y –quizás– en los pasillos ministeriales o palaciegos hasta se pudo escuchar, sottovoce, la socorrida frase de que “el Listín es enemigo del gobierno”. Porque siempre será más fácil tercerizar la responsabilidad que asumirla como propia, como si el rol de la prensa no fuera precisamente ese: el de hacerle ver al gobierno lo que aparentemente “no ve”.

Tres años y diez meses es tiempo suficiente para resolver cualquier problema de índole contractual; incoar acciones legales contra contratistas por inejecución de compromisos, o contra funcionarios anteriores que supuestamente cometieron irregularidades en las licitaciones. Más de un millón de personas al año se beneficiarían de los servicios hospitalarios, en casi todos los ámbitos de las dolencias y urgencias médicas comunes. En mayo de 2021 llevaron al presidente Abinader a inaugurar dos bloques y, desde entonces nada ha pasado… hasta el jueves 13.

Es lamentable que los funcionarios funcionen cuando quedan expuestos mediáticamente, pero el calendario muestra los años transcurridos en la indiferencia e indolencia, y, contra esos hechos, las palabras sobran.

Es lamentable que todos los problemas expuestos en la respuesta del MIVHED del día 14, milagrosamente se hayan resuelto en dos días, pues hoy –¡Hosanna!, ¡Hosanna en el cielo!– se reanudarán los trabajos.

Y uno se pregunta: ¿cuántos dominicanos han muerto o padecen complicaciones por la falta de acceso a los servicios de la Ciudad Sanitaria?; o, ¿cuántos han tenido que empeñar hasta el alma para poder pagar en clínicas privadas lo que allí podían recibir gratuitamente?

¿Tendremos todos los dominicanos que arrodillarnos junto al Dr. José Joaquín Puello para que los funcionarios funcionen? En tres años y diez meses no hay excusa que valga, y la inmediata reanudación de los trabajos es la prueba de que el impasse podía haber sido resuelto, de haber existido voluntad ministerial.