Pensando
Justicia irreal
Una gran realidad es la percepción inequívoca de que la paz de la sociedad depende de la justicia, ya que la estabilidad de los individuos se logra preservando con seguridad todas sus posesiones y reivindicaciones. La locura es el abandono de lo real, porque pensar en la realidad de los hechos cuando verificamos lo que ha sido la justicia en nuestro país, nos lleva a la irrealidad de su existencia y lo injusta al dar paso a la impunidad que ha sido la constante en su ejercicio; es decir, la presencia de la injusticia entronizada en la justicia. Nuestro ejercicio mental nos hace entender que nuestro sistema de justicia no garantiza la seguridad ciudadana e institucional, que debe sustentar el ordenamiento social que merecemos, en la preservación de las garantías ciudadanas. Mientras más entendemos la realidad de lo irreal, más nos acercamos a lo irreal de la realidad que nos rodea. En consecuencia, para que nuestros sueños e ilusiones se materialicen, más luz de justicia debe entrar a nuestro conocimiento. Nuestro verdadero capital en la administración de justicia se traduce en una convivencia productiva, que nos lleve a cumplir la meta de saber vivir apegados a lo que realmente es nuestra mayor aspiración, una real justicia. Luchar por un sistema de derecho es vital en una sociedad ávida de seguridad, porque ni el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón, cuando no hay una real administración de justicia. Caminemos hacia un sistema de derecho hacedor de justicia social.