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Que Dios te oiga Marranzini

En respuesta a un editorial del Listín Diario “Una Sanguijuela del Erario” refiriéndose al problema en el sector eléctrico, el presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Señor Celso Marranzini, señaló que el problema no es únicamente de gestión de las empresas distribuidoras de electricidad, sino también de agentes de alto poder económico que sustraen energía de manera impune, “aunque ya su fiesta está por llegar a su fin”.

Muy acertada opinión. Sin embargo, el gran problema del sector eléctrico, especialmente de la distribución, es de gestión y mientras esté en manos del estado, la sanguijuela seguirá comiéndoselo todo.

Por buen gerente que sea don Celso, siempre habrá resistencia a pagar los servicios cuando estos lo provee el Estado y menos con la mitad de los hogares sin contador.

He insistido por años que solo privatizando las EDES, se podría cerrar el hoyo fiscal que genera su ineficiencia, aunque el proceso tome algunos años. Pero como está ahora nunca se resolverá porque se requieren inversiones millonarias que el gobierno no dispone.

La privatización no solo le generaría al Estado ingresos entre 800 y 1,000 millones de dólares por parte de las empresas que sean seleccionadas con la transparencia que prima hoy en los procesos de licitación, sino que el subsidio de US$1,500 millones al año se reduciría gradualmente con un gran ahorro para el fisco. No se visualiza en el corto plazo la intención del gobierno en privatizar las EDES ya que el presidente tiene muchas reformas en carpeta que quiere impulsar y aprobar en su segundo mandato. Pero tengo la certeza de que, en un futuro cercano, y cuando el agua rebose el vaso, todos entiendan que la privatización es la única salida.

Cuando expreso mi posición sobre este tema, siempre me responden, “Malkun la privatización del 1998 fracasó y hubo que estatizar las EDES nuevamente 5 años después”

Es correcto, fracaso porque se hizo mal. Por ejemplo, a una sola empresa llamada Unión Fenosa se le asignó el 70% de la distribución e incumplió sus responsabilidades contractuales de la A a la Z. Además, no era elegible porque asesoró previamente a la CDE y eso resultaba incompatible.

En fin, le deseo éxitos a Celso Marranzini en sus funciones y ojalá sus acciones contra los poderes económicos (y los abusadores sin poder) que se roban la energía resulten exitosa. Eso lo veremos mes a mes en la medida en que las pérdidas de las EDES se reduzcan, igual que el subsidio.