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Diputados PRM desmontan reformas

¡Oh, PRD sal de ese cuerpo”, ¡Qué grande! Solemos decir en el programa radial A Diario cada vez que los perremeistas se enredan en guerritas fratricidas, que hicieron añicos aquella maquinaria partidaria de Peña Gómez que respiraba pueblo.

Las ambiciones desmedidas y luchas grupales lanzaron a los perredeistas a la oposición por 28 años (del 86 al 2000 y del 2004 al 2020), con suicidio y encarcelamiento de presidentes, incluidos, pudiendo regresar brevemente al despuntar el siglo de la mano de Hipólito Mejía, reventado por la quiebra bancaria, y hace 4 años, con nuevo ropaje y rostros jóvenes y montados en una ola anticorrupción. Refrendado como PRM en las elecciones de este año con impresionante votación y absoluto control de todas las instancias de poder.

El partido-estado PLD dividido, al parir a la Fuerza del Pueblo, ahora primera agrupación de oposición, pero aún en construcción y distante en votos del oficialismo, el perremeismo se cree solo y en capacidad de mover los cimientos de todo el engranaje institución.

Y, como siempre, un partido de gobierno sin sólida oposición política, y con un presidente Abinader, que como mantra repite diariamente que no intentará repostularse, comienza a inventar y brotan los genes de la organización madre fundada en La Habana en 1939, con fracturas inmediatas antes del primer año.

Abinader, validado por los ciudadanos dominicanos con un 57 por cientos de votos, y quien empujó con su sombrilla popular a la mayoría de los candidatos perrmeistas, tropieza con resistencia de sus partidarios para apoyar su reforma constitucional a las dos semanas de jurar el segundo mandato.

El político, que habló de cambios constitucionales desde 2016, convirtiéndolos en su principal bandera con miras a su legado político, encuentra rechazo verbal de los opositores (carecen de los votos para frustrar las reformas) y un efectivo laborantismo de sus partidarios, que intentan desmontar aspectos fundamentales de las propuestas, como la reducción del número de diputados en 53, la unificación las elecciones y la limitación a 7 de los miembros del Consejo de la Magistratura.

La oposición no ha hecho el primer disparo en el congreso nacional, y ya los perremeistas, en los hechos, han desmontado la propuesta, pese a que la dirección ejecutiva del PRM dio respaldo absoluto y que en una reunión los legisladores oficialistas recibieron explicaciones y fueron exhortados a respaldar el esfuerzo presidencial.

Los congresistas han dicho que están “dispuestos a consensuar” con Abinader, proponiendo dejar la reducción de diputados en solo 15 y que los nacionales, de listas, no sean 20, sino la mitad.

Además, ha surgido la propuesta, ya sometida por escrito, de colocar en lugar del Procurador al presidente del Tribunal Constitucional en el Consejo de la Magistratura. Con relación al tiempo de inamovilidad del Procurador, también hay divergencias.

La oposición política se frota las manos al ver tropezar al presidente internamente, pese a que ha logrado gran apoyo de la comunidad jurídica nacional en sentido general.

¿Qué rol estarían jugado en esto los aspirantes presidenciales? Algunos se ufanaron de contar con decenas de diputados y algunos senadores, al conocerse los resultados congresuales definitivos.

Hay diputados que murmuran que el mandatario se va, pero que ellos se quedan y que sería suicidio político apoyar la reducción de curules.

Si esto acontece antes de un mes, ¿qué podría ocurrir después de mitad de mandato?

Hay que agregar los desencuentros del presidente con colaboradores al momento de reubicarlos y las presiones de los que aspiran a puestos específicos. Más aliados inconformes, algunos ya cansados de orar…

Hablando de indisciplinas, aún sigue en el puesto el diplomático que osó criticar públicamente al mandatario.