CONTROVERSIA

El chantaje haitiano

El gobierno de Haití ha iniciado una ofensiva internacional de descrédito contra República Dominicana que procura doblegarnos en materia migratoria y cercenar el derecho soberano de repatriar ilegales de nuestro territorio.

Para hacerlo, el gobierno de facto de Haití y su diplomacia apelan a la falacia e ignominia de que las repatriaciones ordenadas por el presidente Luis Abinader tienen un carácter racista y de persecución étnica.

La política de chantaje haitiano no es nueva; la desempolvan cada vez que República Dominicana ejerce su soberanía en materia migratoria y este chantaje se repite.

En la lógica haitiana tienen a República Dominicana invadido poblacionalmente con millones de ilegales, copados sus hospitales, escuelas, sus empleos, su territorio, y República Dominicana no puede reaccionar a eso, porque si lo hace es un régimen racista y xenófobo.

Pero Haití no está sólo en su plan de doblegar a República Dominicana para que eche para atrás las medidas enérgicas adoptadas por el presidente Abinader.

Grupos empresariales y de la construcción que se resisten a la modernización y que se mantienen anclados en el pasado con el antiguo sistema de contratación de mano de obra ilegal barata, también pegan el grito al cielo con las deportaciones de ilegales haitianos.

Se cita la industria de la construcción; se le quiere decir a la opinión pública sólo se puede construir en República Dominicana con mano de obra haitiana ilegal. Una falacia, un mito.

El dominicano puede trabajar en ese sector, si se pagaran salarios justos con seguridad social, si se modernizara la construcción, si se estableciera una política de formación técnica en todo el país.

Miles de empleos dignos para los dominicanos.

Igual pasa con la agricultura. Arroz y azúcar pueden modernizarse, tecnificarse, como han hecho la mayoría de los países de la región.

República Dominicana tiene que dar ya ese salto. No hay motivos ni excusas para no darlo. Y este es el momento.

Igual con el tema de la producción de bananos. Ecuador es el mayor exportador de bananos y no requiere ilegales haitianos.

Los de aquí quieren importar mano de obra ilegal barata y alojarlos en almacenes en fincas al estilo colonial.

Atraso y explotación para beneficios económicos, sin importarles el país.

El pueblo dominicano, en medio de sus vicisitudes diarias en este tema nacional de Haití, no debe dividirse.

Debe respaldar las medidas adoptadas por el presidente Abinader y rechazar unido el chantaje haitiano.

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