El Popular en sus sesenta años: sostenibilidad a favor de la salud financiera de personas y empresas
Ni honra ni reconoce ni ama ni sueña bondades, ni agradece ni colabora ni piensa en el bien común aquel arquetipo carente de virtud, henchido de instintos báratros y terrales que describió José Ingenieros. Sí honra, en cambio, y agradece y ama sueños de futuro mejor, pertinencias e idóneas gallardías aquel cuyos actos emulan los delicados versos del más sensible de “Nuestra América”. Honrar a los mejores hombres e instituciones, sus acciones viriles y humanitarias, las solidaridades cromadas por el fulgurante resplandor de los esfuerzos, enorgullece y engrandece a las naciones. Se encumbran, en fin, cuando sus instituciones privadas dedican esfuerzos y recursos económicos, tecnológicos y humanos a mantener vivos y permanentes sus compromisos fundacionales orientados, como en el caso del Banco Popular, a democratizar los servicios financieros, a aportar al desarrollo económico y social del país, a promover el crecimiento humano de los ciudadanos y, como refiere el encabezado: a promover la salud financiera de las personas y las empresas.
Lo valoramos, extrayéndolo de la disertación del señor José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Comunicaciones corporativas, reputación y banca responsable del Grupo Popular ante un nutrido grupo de comunicadores el pasado miércoles 30 de octubre, 2024, en ocasión del del 60 aniversario de la entidad.
En el acto, en rasgos maestros presentó a esa organización bancaria nacional como una que se gestiona afín a los preceptos integrantes del modelo de banca responsable declarado por las Naciones Unidas, asumiéndolos desde la perspectiva denominada "visión sostenible". En la actual gestión de procesos e instituciones, tal visión modula la responsabilidad social empresarial para devenir relevante y constituirse en el fin estratégico mayor al concebir, enmarcar y expresar las operaciones y auto concepción de cara a entornos, relacionados y los tiempos presente y futuro, en su palpitante y a veces intensa variabilidad.
Se sabe que José Mármol, por su calidad de intelectual de principalía, su sensibilidad, su praxis y experiencia, su vocación poética y docente, es un comunicador de virtudes ostensibles; de los que engalanan a las instituciones y espacios que los acogen y a los que sirven. Prudente, discreto, enfocado y circunspecto. De decir significativo y solidario.
Por eso, cuando escuchamos su afirmación de que el Banco Popular ha trabajado "para crear valor a todos nuestros grupos de interés" recibimos la certeza de que la gente organizada y que desee aprender a organizarse tiene a su disposición los servicios de una entidad de intermediación financiera que les facilitará la conquista de sus sueños; la realización de sus aspiraciones con bases realistas reforzadas.
Ética y nacionalismo en el centro de la imagen y la gestión
Tan valioso como eso fue que, rotundo y directo, Mármol proclamara, en estos tiempos de riesgo, colisiones y desplazamientos en las profundidades oceánicas de las placas tectónicos de la ética: "Somos una institución que actúa con responsabilidad ética y transparencia, que mantiene un compromiso genuino con el futuro de nuestro país".
Visión nacionalista y proactiva enlazada al desarrollo local; a la aspiración que desde los sueños cifran, reclaman y valoran las personas. Escucho esa afirmación y pienso Expresa la voluntad y urgencia de preservación, el compromiso de permanecer idóneos y fiables como desde su origen hace el Popular, escuchando y respondiendo las necesidades de sus clientes, internos y externos, de las comunidades, en una escala superior a su misión comercial: ¡protegiendo el medioambiente!, ¡apoyando! Convirtiendo en responsabilidad su presencia positiva y socialmente solidaria; acompañando a personas, colectivos, comunidades; asumiendo y abordando temas y coyunturas demandantes como algo prioritario, suyo y esencial.
¿Qué hace un banco dedicando tiempo y recursos a eso?, preguntarán quienes de sus acciones financieras esperan beneficios rentistas monetizados y exclusivos, nada más.
Pues simple. Este banco, el Popular, sabe que opera en un entorno integrado por diversos ecosistemas; en él se sabe y siente ser; de él se concibe parte: pez en un estanque de espacios, ideales, esfuerzos y aspiraciones nacionales, colectivas y personales; cuyas afectaciones incidirían sobre sus especies y subespecies; tiempo y lugar donde la integridad determina la dignidad propia —cifrada en la imagen corporativa— y la sobrevivencia; cuyo cultivo y cuido posibilita continuar siendo, estar y prosperar en entornos cíclicos, cambiantes, demandantes y retadores.
Es que el tiempo se ha expandido, recibimos más nociones, informaciones, estímulos y opciones en menor tiempo. Hacemos más que nunca. Despachar soluciones, reacciones eficaces y eficientes urge más que antes, pues estructuran resguardos y garantías. Es por lo cual hace cinco años —afirmó Mármol—, "conscientes de nuestro rol como uno de los actores claves en la construcción de una economía más sustentable", el Popular decidió "dar un paso firme asumiendo su actual visión sostenible". Mediante rúbrica de su presidente, el señor Christopher Paniagua —quien desde el exterior saludó a los participantes y compartió ideas e informaciones alineadas a la del expositor— adoptó los principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas. "Esta es una alianza internacional de cientos de bancos en el mundo que entienden que su papel es movilizar recursos hacia el desarrollo sostenible y una economía baja en emisiones" —explicó Mármol, para añadir— "...orgullosamente, les digo que el Banco Popular fue el primero de todo el Caribe insular en comprometerse con ello y decir «Cuenten con nosotros»".
Importancia del modelo de sostenibilidad para la entidad financiera
Mármol explicó que incorporarlos como componente principal de la gestión los "ayudó a fortalecer una visión de la sostenibilidad, que no solo busca fomentar la educación, la equidad social y de género, el emprendimiento y el desarrollo de las comunidades, con un enfoque transversal que pone el medioambiente en el centro de cada acción, sino que conecta la sustentabilidad con el negocio para crear oportunidades a través del financiamiento sostenible".
¡Financiamiento sostenible, he aquí el término clave! “Del lado” del cliente y de la entidad. Gracias a éste, el Popular ostenta una de las carteras de crédito más saneadas del país.
Grosso modo, la responsabilidad social enfocada desde la sostenibilidad posibilita la participación institucional en temas como el cambio climático, donde "todos tenemos un rol que jugar para mitigar sus efectos", dijo el expositor. Nos propusimos, agregó, más que ser ejemplo en generación de energía limpia, ser la entidad financiera cuyas operaciones produjeron más energía limpia. Al compartir el resultado con los asistentes, mostró, con evidente satisfacción y orgullo, las evidencias gráficas y añadió: "Contamos con 57 oficinas y 33 parqueos equipados con paneles solares. A finales de 2023, habíamos instalado más de 12,800 paneles solares, alcanzando una capacidad de 4 megavatios de energía limpia, lo que nos convierte en líderes en este ámbito".
Más orondo aún, dijo: "Y tenemos que sumar el hecho de que este Complejo Torre Popular opera desde 2022 al 100% con la energía renovable que compramos a parques de generación sostenible".
Acciones relevantes y la sinergia sostenibilidad - negocio
Mucho a favor de sí, de sus accionistas, del desarrollo del país y de la gente ha hecho el Popular a lo largo de sus sesenta años, sabemos quienes hemos seguido su evolución y desarrollo creciente durante años.
Una interrumpida cadena de logros ha resultado de ello. A estos, Mármol añadió las jornadas de reforestación de amplias zonas de la geografía nacional. "Hemos sembrado más de 1.3 millones de árboles a lo largo de dos décadas," informó para explicó que con estas siembras el Popular contribuye “a la absorción de más de 400,000 toneladas de CO2 al año, además de proteger miles de tareas de suelo y preservar fuentes de agua". En estas actividades han participado "Más de 10 mil voluntarios de nuestra institución". Respecto a ellas fue gratificante apreciar la evidencia de su efecto sobre áreas geográficas del territorio nacional —verbigracia, los alrededores al Monumento del Grito de Capotillo, en Dajabón, erigido en homenaje a los héroes de la Restauración—, hasta el 2010 estaban casi áridas, en tanto hoy miles de árboles las pueblan, restaurando su boscosa condición.
Mármol pasó a exponer cómo los conceptos de banca responsable entroncan con la sostenibilidad del negocio: "hace ya cinco años lanzamos el portafolio Hazte Eco, que ya ha alcanzado cerca de RD$2,000 millones en préstamos verdes para familias y empresas"; un portafolio que "incluye productos financieros para la adquisición de viviendas sostenibles, la eficiencia energética, y movilidad sostenible".
Reiteró el rol de principalía del Banco Popular en el financiamiento a la industria y actividades turísticas nacionales, a lo que agregó su programa de educación financiera. A través de "Finanzas con Propósito", como lo denomina, han "impactado a más de 173,000 personas en todo el país, brindándoles las herramientas necesarias para manejar sus finanzas de manera eficiente". Para ello han creado y operan una "Academia Finanzas con Propósito" virtual, labor formativa a la que agregan la concesión de becas a jóvenes, que les posibilitan estudiar las carreras que aspiran. Denominado Excelencia Popular, este programa, afirmó, ha beneficiado a 600 personas, "entre becados actuales y egresados..., para constituirse en el más amplio del sistema financiero". Cuenta, enfatizó, "con índices de empleabilidad realmente altos. Muchos de ellos trabajan hoy con nosotros (…), llegando en varios casos a posiciones gerenciales a temprana edad.
Mirando más allá del beneficio propio
Escuchar el término empleabilidad nos sugiere la importancia que la gestión por indicadores ostenta en la organización.
Al escuchar al señor Mármol pienso que este banco, más que como entidad comercial, actúa como entidad cuasi pública. Lo corrobora su enfoque en temas como la igualdad de género. Al respecto afirmó: "Además de impulsar su inclusión financiera, somos una organización eminentemente femenina, con el 60% de nuestras posiciones ocupadas por mujeres y el 54% desempeñando roles gerenciales y directivos".
La exposición del señor Mármol ofrece sobradas cuentas del intenso activismo de la vicepresidencia que él gestiona y cómo junto a su equipo aportan resultados óptimos, fructíferos; persistentes relacionamientos al Popular con actores nacionales de todo tipo y nivel: públicos, privados, comunitarios, personales, estructurados desde distintos intereses y temas. Un bien y armónico trazado de interacciones que construye y aporta a la entidad esa poderosa red de clientes internos y externos que la hacen la empresa financiera privada más importante y grande del país.
A todas luces, el Popular continúa respondiendo bien la pregunta ¿Puede perdurar y prosperar una industria o negocio en entornos de clientes deprimidos, sin opciones de crecimiento y desarrollo?
De aquí su accionar socialmente responsable, su enfoque en la sostenibilidad propia y de sus clientes y relacionados.
Felicidades, pues, a esta institución por sus sesenta años, por tender a lo social y al medio ambiente; por mirar más allá de su exclusivo beneficio.