En la diana
Riesgos cambiarios y monetarios
Primer Tiro
El balance de riesgo del panorama macroeconómico está fuertemente influenciado por las siguientes condiciones monetarias: 1) la inflación subyacente es de 4.03%, prácticamente en el centro del rango meta del Banco Central, lo que significa una zona de confort para la política monetaria, pues la probabilidad de que a corto plazo aumente a más de 5%, es muy reducida. 2) Esa probabilidad queda fijada por el hecho de que la tasa de crecimiento del crédito en moneda nacional al sector privado ha caído a 8.4% anual, por debajo del crecimiento del PIB (el cual se encuentra en la frontera del 9% anual), lo que a su vez reduce, o al menos mantiene ancladas, las expectativas inflacionarias. 3) El crecimiento de la liquidez medido a través de la base monetaria ampliada (la que afecta a los bancos y a los demás intermediarios financieros) es de apenas de 2.2%, y si se mide a través de la oferta monetaria (la que afecta a las empresas y a los consumidores), es de 7.7%, ambas también por debajo del crecimiento nominal del PIB, lo que fortalece y apalanca las expectativas de baja inflación.
Segundo Tiro
El balance de riesgo está también influenciado por los siguientes factores cambiarios: 1) La tasa de devaluación anualizada de la moneda nacional es de 5.6%, por encima del promedio histórico observado en los últimos cinco años, y las posiciones por tipos de moneda sugieren expectativas al alza de la misma. 2) En términos anuales, las reservas internacionales netas se han reducido en un 12.9%, equivalente a US$ 1,818.8 millones, cuyo monto en pesos es de RD$ 107,309.2 millones. Si toda esa pérdida de reservas se produjera por inyecciones al mercado cambiario orientadas a contener el alza del tipo de cambio, entonces la base monetaria se redujo en ese mismo monto, lo que significa que el aumento bruto en la liquidez monetaria de RD$ 175,000.0 millones que produjeron la liberación del encaje y la no renovación de vencimientos de títulos del Banco Central, fue equivalente a un aumento neto de RD$ 67,690.8 millones, factor fundamental para explicar el hecho de que la base monetaria ampliada y la cantidad de dinero en circulación estén creciendo por debajo del crecimiento nominal del PIB.
Tercer Tiro
La aparición del fantasma de las expectativas inflacionarias en la economía norteamericana elimina las posibilidades de nuevas reducciones de la tasa de política de la Reserva Federal, y más aún, aumenta las probabilidades de que se inicie un ciclo inverso, hacia el alza de las mismas. Si se parte de que el objetivo fundamental, primario y misional es mantener ancladas las actuales expectativas inflacionarias domésticas, entonces la política monetaria optima del Banco Central domestico debería combinar el no permitir una aceleración de la tasa de devaluación de la moneda nacional que afecte dichas expectativas ( sin más perdidas de reservas), y el mantenimiento de una tasa de política monetaria atada a la de la Reserva Federal, como condición necesaria para alcanzar una paridad internacional adecuada de la moneda nacional. En la ruta optima de cualquier escenario de combinación de instrumentos de política, la contradicción entre los objetivos de mantener una baja tasa de interés y mantener fijo el tipo de cambio debe ser eliminada, pues no se puede estar con Dios y con el Diablo.