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Vance planteó divorcio a Europa y matrimonio a Rusia

Este lunes se reúne en Bruselas el enviado del Presidente Donald Trump, Keith Kellogg, con la presidente de la Comisión europea, Úrsula von der Leyen, con el presidente del Consejo, Antonio Costa y el secretario general de la OTAN, luego del rifirrafe con el Vicepresidente Vance en Alemania, para el tema de Ucrania y, ante la crisis, Macron ha convocado ese mismo día en Paris, reunión a la que hasta Inglaterra irá.

Los aliados triunfantes de dos guerras mundiales, paladines de las democracias en el mundo confirmaron este fin de semana que todos los acuerdos, bélicos y comerciales, terminaron; el Vicepresidente Vance, luego de que Trump impusiera aranceles el día previo- confirmó en la Conferencia del Consejo de Seguridad europea que trasladan su interés estratégico a Indo/China, que no lo hay en seguir financiando la seguridad europea – al menos en los niveles históricos- y, de paso, criticó duramente las democracias del viejo continente, en particular, por las posturas en relación con Elon Musk de los alemanes, que calificaron las declaraciones como inaceptables y con cuyo Canciller, el Vicepresidente declinó reunirse.

Los europeos que iniciaron el camino de la integración económica en 1956 y que construyeron la zona de comercio más grande y próspera del mundo, pero cuya defensa tenía Estados Unidos – con la OTAN-, reaccionaron muy ásperamente, consiguiendo el Vicepresidente en unas horas dos cuestiones impensables hace unas semanas: que Europa occidental busque su rearme, dejando de considerar a USA un aliado confiable y, que Ucrania sea integrada a la Unión en poco tiempo; algunos medios titularon “Los europeos ya no creen que Estados Unidos sea un aliado”, lo ven igual que a China, como necesario.

La llamada de TRUMP PUTIN puede haber considerado el coste económico de la guerra para USA, pero no la historia; antes de esa llamada USA era un aliado a quien se confió la seguridad del continente por 70 años y Rusia era la enemiga – así aparece en las encuestas actuales -, ahora que la segunda – agresora - está arrinconada económicamente y su presidente es un paria en occidente, la conversación entre ambos –que reivindica al segundo - tuvo el efecto de hacer parecer que se unió al enemigo y traicionó al aliado, aunque al mismo tiempo procure la paz al proponer una cumbre entre Xi Jinping, Putin y él para discutir la reducción del arsenal nuclear, como los tres nuevos emperadores de la tierra; de nuevo con exclusión de Europa y otros con poder nuclear y, eso el estómago europeo no puede digerirlo.

El vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance.

El vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance.AGENCIAS/

El desencuentro entre USA y Europa, malo para ambos, es terrible para el mundo a quien servían de guía sus valores democráticos, porque cuando actuaban unidos hasta cierto punto, como países prósperos, garantizaban solidaridad y ambos bloques, cuyos ciudadanos ahora pagarán precios más altos, tendrán menos dinero para asistencia en salud, educación, medio ambiente y catástrofes.

Trump además notificó al BRICS que auspicia China, grupo del que forman parte La India, Rusia, Pakistán y Brasil entre otros que reúnen 51% de la población mundial que son consumidores. Les advirtió que si operan al margen del dólar les impondrá un arancel del 100% a sus mercancías, lo que equivale en términos prácticos a prohibirles el acceso de sus productos al mercado norteamericano.

Hoy lo más común es que las naciones transen en dólares, pero no siempre fue así. Al terminar la segunda guerra mundial era la libra esterlina la moneda de cambio más usual. Los ingleses – cuyo imperio estaba llamado a desintegrarse - en la conferencia de Breton Wodds que creó el sistema monetario internacional no estuvieron de acuerdo con que ella, junto al oro fueran los patrones mundiales para las transacciones, Estados Unidos que emergía, si. Pero este patrón para intercambio preveía que el dólar estuviera garantizado por reservas en oro – es decir que el dólar era libre y forzosamente canjeado por oro -, método de control que fue abandonado en 1973, en medio de una grave crisis, por Nixon y, es así que desde entonces, sin convertibilidad Estados Unidos puede emitir todo el papel moneda que “crea conveniente a sus intereses” con la certeza de que el 33% nunca demandará bienes en su territorio: En lenguaje local son papeles inorgánicos cuyo valor reside en la confianza del mundo que hace sus reservas en esa moneda y, por ello el dólar, en tiempo de paz, es el arma más importante de USA, no la bomba nuclear, ni el mercado; si este se desestabiliza o pierde importancia, la potencia cae.

¿En ese mundo ideal en que Estados Unidos impone aranceles que impiden – o encarecen en extremo el comercio de los demás -, qué puede suceder, si el resto sigue apegado a la OMC realizando su intercambio de bienes y servicios renegociando los mercados? Por ejemplo si Europa, que ha tenido reparos con China, continúa negociando con esta y con La India o el Mercosur: simple, que Estados Unidos en su autarquía no le comprará a casi nadie, pero tampoco podrá vender porque sus productos resultarían excesivamente caros.

Esa es la razón por la que las medidas del Presidente Trump se dictan por bloques pero se negociarán por países, porque es más fuerte que cualquiera, pero no más que todos juntos y es por eso que está destruyendo el multilateralismo porque en los organismos, aunque sea un voto cualificado como en el Consejo de Seguridad de la ONU en donde puede vetar, es al final, un voto. Está imponiendo un nuevo orden mundial que destruye el creado tras la guerra y el construido durante 78 años.

Hay quienes – erradamente piensan – que las órdenes ejecutivas contentivas de las medidas dispuestas son un blof para forzar acuerdos migratorios, de narcotráfico y de acceso a mercados, eso no es cierto, cada cuestión anunciada por el mandatario va en serio y, aunque la renegocie gran parte del daño es irreversible, puesto que ha logrado poner en pánico a los inversores y los mercados están indecisos, a la espera de decisiones trascendentes, todas malas.

Trump y Putin comparten dos puntos en común: les interesa solo la grandeza de su país y tienen apetito expansionista, sólo que el primero dirige una democracia – que a corto plazo impone límites - y el segundo una dictadura que le permite quebrar a su país sin disenso, pues oposición es traición y se castiga con la cárcel y la muerte. El ruso actualmente no es amenaza a la seguridad norteamericana, pero a la europea si, por eso esta se rearmará, con su propia industria y soldados; esto podría beneficiar a Inglaterra, Francia y Alemania, pues en esta situación reducirán la dependencia de USA: este panorama se discutirá en París, este lunes y puede acercar a Europa a otros “socios no deseados” ante el peligro generado por el abandono de su aliado histórico e indudablemente verá reducida su influencia a corto plazo.

Estados Unidos tiene, por el momento, mejor economía que China pero, en Asia, India y África, ella está mejor situado y tiene más control de los mercados, independiente de que a corto plazo, hay elementos en los bienes, que ella maneja casi monopólicamente, que de hecho, puede interrumpir – momentáneamente - la cadena de producción norteamericana, pero esa es sólo una parte de la torta, la otra es que durante sus años de crecimiento espectacular, China acumuló enormes reservas en moneda norteamericana y tienen cierta capacidad para desestabilizarle el dólar a Trump, por eso la amenaza.

En el affaire europeo, en que ya USA planteó el cobro de sus aportes a la guerra a Ucrania, este fin de semana, con un contrato de cesión de sus tierras raras sin darle garantías de seguridad – que fue inicialmente rechazado -, si el agua llega al rio, puede tener efectos sobre el dólar, pues el euro que es una moneda de intercambio internacional sólido, creíble para África, Asia y Australia puede reducir el espacio casi total que hoy tiene la moneda norteamericana y, la influencia de su banca: cambiar Europa por Rusia puede no ser un buen negocio y de paso decreta la muerte de la OTAN por innecesaria.

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