VIVENCIAS

¿Existe la vida eterna?

Estoy convencido, que la vida eterna es una realidad trascendente. La vivo como esperanza profunda, asociada a la resurrección y como un horizonte que marca la experiencia de Jesús.

En este contexto, Karl Rahner ofrece indicios que permiten entender la necesidad trascendental de la aceptación libre de este misterio, acto de esperanza que se orienta a afirmarse en el ser humano hacia lo definitivo, a través de la realización de su libertad.

Así, para quien busca la esperanza trascendental de la resurrección, no es solo una promesa futura, sino también una vida que, dentro de la esperanza, alcanza su consumación. Por ello, no hay razón para rechazar escépticamente el testimonio de aquellos que afirman que Jesús vive y ha resucitado.

En esta reflexión, confrontamos la realidad de nuestra propia muerte, a la que todos estamos destinados, muerte que está siempre presente como una ineludible confrontación con su final, con la totalidad de nuestra existencia y con su culminación temporal.

Rahner señala que la verdadera pregunta es: ¿Qué nos dice la muerte, que siempre nos observa? ¿Cómo se relaciona nuestra existencia con la muerte?

Estoy firmemente convencido de la vida eterna, pues el tiempo se vuelve absurdo y vacío si no puede consumarse. Un eterno poder de hacer sin fin sería el infierno del absurdo vacío.

La eternidad no se entiende como una prolongación incalculable del tiempo, sino como una forma de espiritualidad y libertad que se realiza dentro del tiempo, que solo puede ser comprendida desde la recta inteligencia de estas dimensiones, que, al final, otorgan la posibilidad de vivir libremente nuestra existencia en su totalidad.