No repitan la historia

Cuando el PRD llegó al poder en 1978 los que éramos miembros de ese partido, y de una forma u otra trabajamos por el triunfo creímos que ese partido gobernaría como el PRI de México.

Todos los grandes líderes del partido serian en su momento presidente de la República, nada nos hacía pensar que las apetencias y las diferencias que habían surgido iban a dar al traste con las metas del partido.

Pronto la división hizo presencia en las tendencias y entre Antonio Guzmán, Jacobo Majluta y Salvador Jorge Blanco las cosas pasaron de lo político a lo personal y arrastraron al líder inmenso y los resultados son hartos conocidos.

Luego lo mismo le cerraron el paso a Milagros Ortiz Bosch y le entregaron el partido a Miguel Vargas, hoy no es ni un siquiera un partido con posibilidad alguna de resurgir.

El PRM y sus líderes, y sus aspirantes a la presidencia de la República en 2028 deben ver al pasado y desde ya comenzar a buscar soluciones políticas entre todos, contando con Luis Abinader e Hipólito Mejía para que jueguen el rol de unificadores, no repitan la triste historia del viejo partido que los parió.

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