Las ideas conservadoras de una derecha extrema son dominantes hoy en la clase política y gobiernan el destino de los dominicanos. Nos encontramos ante un régimen económico que promueve y fomenta la concentración de poder y de capital para una ínfima minoría; un orden social cada vez más segregado según estratos socioeconómicos que se miran con resentimiento y violencia latente; una cruda marginalidad de las mayorías, la cual deja a los barrios y parajes rurales excluidos, vulnerables y sometidos a los estragos de una miseria social, económica, política y cultural galopante.

Frente a eso parece no haber oposición que contraste: los liberales se han esfumado, hoy más preocupados por obtener dividendos ante el poder político o distraídos en fórmulas neoliberales; los medios de comunicación masiva tomados por la cosecha de décadas de una amnesia de Estado y de una glorificación balaguerista por la partidocracia. ¿Qué nos queda? ¿Quién nos defiende del cartel financiero de ARS y AFP, del patronato anti-clase trabajadora, entre otras aristas oligarcas del presente dominicano? ¿Quién le pone el cascabel al gato? Tema para comenzar a discutir en serio.

Tags relacionados