Tribuna del Atlántico
Cabarete: Una novela de Kafka
Si quisiéramos simplificar el mundo, o al menos el mundo de Franz Kafka, podríamos decir que su obra tiene dos grandes cimas, lo fantástico, eso que impactó a García Márquez al leer en La Metamorfosis, como Gregorio Samsa amanece convertido en un enorme insecto, y, por otro lado, la atmósfera opresiva de la burocracia, del poder que aplasta.
De seguro habrá muchos más, en un autor que ha influido tanto en la literatura universal, por el momento nos quedamos con el segundo.
Tiene uno que recordar la atmósfera opresiva que relata, en su obra inconclusa, El Proceso, a partir del momento en que Josef K., es informado de que es procesado, cuando uno pasa revista a lo acontecido en Cabarete, en los últimos 25 o 30 años.
Yo, que ya peino canas, escasas, lo sé, los he visto y vivido, primero como fotógrafo y luego como periodista, y aunque no soy de la onda de los que creen en teorías conspirativas, comienza uno a dudar y a revisar creencias.
Esta semana vuelve al tapete el caso de Playa Rocón, una propiedad de la empresa Costa Canal, desde el pasado año intentan poner la verja perimetral de su propiedad, luego de 21 años de batalla legal para recuperar sus terrenos a los que un grupo había sacado títulos falsos, ahora enfrentan a un funcionario local de Turismo, que alega que están cerrando una calle, que está en desuso hace 45 años y por la cual la Junta Distrital de Cabarete y el Ayuntamiento de Sosúa, han autorizado una permuta por un acceso aceptado y valorado por las comunidades cercanas.
Ni siquiera ha importado la existencia de una sentencia del Tribunal Superior Administrativo, que dispuso la autorización para levantar la verja, ordenó a Turismo y a Politur cesar en sus acciones y les impuso un astreinte de 4 mil pesos diarios.
O sea, cuando creíamos que vivíamos en un país donde imperaba la ley, donde una decisión judicial se recurre por las vías correspondientes, aparece un funcionario que dice que eso no es así, y ya. Por eso se ha escuchado tantas veces la expresión, “si quieres conocer a mundito, dale un mandito”.
Estas acciones provocan innumerables preguntas. ¿Quién esta detrás de esas acciones? ¿Buscan favorecer a quienes fueron desalojados de esos terrenos mediante sentencia judicial? ¿Están el presidente y el ministro de Turismo, al tanto de estas acciones? ¿Las consideran legales?
Porque, señores, estamos hablando del mismo Cabarete, en el que hay decenas de proyectos turísticos parados por años, en La Boca, en el centro de Cabarete, en Playa Encuentro, en Goleta, envueltos en una maraña de temas, pruritos ambientales, reclamos de deportistas o de la Virgen Santísima, sin que pase ni una cosa ni la otra, bueno, como en la obra de Kafka.
Yo que nunca creí que los problemas de la Costa Norte eran el resultado de interés de favorecer a otra zona del país, viendo lo que pasa en Cabarete, lo que pasó en Luperón con un ambicioso proyecto que estaba llamado a hacer de la Bahía de Gracia, una versión pequeña de enclaves como La Riviera Francesa y cosas así, impedida por un barullo similar, tengo que preguntar: ¿Porqué en Pedernales podemos tener desarrollo turístico respetuoso del medio ambiente y en Cabarete o Luperón no? Conste que respaldo con todas mis fuerzas el desarrollo turístico en Pedernales.
Rayos y centellas tiene uno que pedir para que alguien explique ¿Por qué en Punta Cana pueden tener y van a tener, un Ritz Carlton Reserve y en Cabarete no?
Y también respaldo que lo hagan, pero la pregunta no es ociosa.
El solo ver estos hechos, a 101 años de la muerte de Kafka, nos obliga a pensar que si aún viviera, Cabarete sería buen material para uno de sus libros.