Marriott cierra operaciones en Cuba obligado por el Gobierno de Trump

El Four Points era el único bastión hotelero de Estados Unidos en Cuba

La prestigiosa cadena hotelera Marriott anunció este lunes el cierre de sus operaciones en Cuba, después de que el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negara a renovarle la licencia para operar en ese país. "Podemos confirmar que a partir de mañana (martes) Marriott ya no estará operando el Four Points by Sheraton de La Habana", informó a Efe la directora de Comunicación de la compañía para América Latina y el Caribe, Kerstin Sachl. Aunque lleva tiempo cerrado debido a la pandemia del coronavirus, el Four Points era el único bastión hotelero de Estados Unidos en Cuba, y un ejemplo del acercamiento llevado a cabo en la anterior Administración de Barack Obama (2009-2017) con las autoridades cubanas. En junio pasado, Marriott había informado de la decisión del Gobierno de Trump de no renovarle la licencia para operar en Cuba, lo que daba de plazo hasta el 31 de agosto para poner fin a sus actividades. Dicha decisión supuso también la suspensión de cualquier plan que pudiera tener Marriott de abrir nuevos hoteles en la isla. La cadena hotelera estadounidense tenía también previsto hacerse con el Hotel Inglaterra, de 83 habitaciones y situado en el céntrico Paseo del Prado, a unos pasos del Capitolio y del Gran Teatro Alicia Alonso, pero finalmente no se concretó dicha operación.

El Four Points by Sheraton fue así el único hotel administrado por una empresa estadounidense en Cuba tras el acercamiento y levantamiento de restricciones comerciales iniciada en diciembre de 2014 por el anterior Gobierno de Obama, que el presidente Trump ha ido desmontando poco a poco. Marriott entró en el mercado hotelero cubano en 2016, gracias a un acuerdo con las autoridades comunistas de la isla, después de lo cual la Administración Trump le revisó y renovó la licencia en 2018, antes de decidir este año suspenderla.

A través de sanciones y la marcha atrás de las medidas aperturistas del Gobierno de Obama, la Administración del presidente Trump pretende reducir en lo posible "el enriquecimiento" del régimen comunista cubano, cuyos "servicios militares y de seguridad usan los ingresos del control de la industria de turismo cubana para oprimir a su propio pueblo".