presencia dominicana
Talento dirigencial

Tony Piña
Hace 35 años, pero recuerdo vivamente lo ocurrido en el Round Robin de 1990. Fue el primero pactado de 36 juegos y habían calificado para optar el pase a la Serie Final Licey, Escogido, Águilas y Estrellas.
Los Tigres, dirigidos por Kevin Kennedy, ganaron sus cinco primeros compromisos y en ese momento parecían imbatibles. En la alineación azul estaba el poderoso Pupo Brito y en su sexto compromiso, contra los Leones, se destacó un batazo de triple mérito del señalado atleta que empató las acciones. Luego de anotar gracias a un error, cuando entraba a su cueva, Brito hizo un gesto levantando sus brazos enseñando sus bíceps en una mueca de prepotencia que encantó a sus fanáticos; pero al mismo tiempo ofreció la oportunidad para que el dirigente rival, Felipe Alou, motivara la reacción de su tropa tocando las fibras sensibles del orgullo que todo humano posee en mayor o menor intensidad, pero imprescindible para un atleta que compite en buena lid. El sagaz dirigente destacó a sus muchachos como una burla retadora los ademanes que Brito realizó. Con eso, la actitud de su tropa cambió, ganaron ese partido y al finalizar el evento, ya lo habían ganado las Águilas mientras Tigres y Leones decidían al rival del equipo cibaeño en un dramático partido ganado por los Rojos. El Licey, después del inicial 5-0, ganó solo tres partidos más cayendo diez veces, mientras los Leones alcanzaban marca de 8-5 en ese mismo periodo. Al descender el telón el Escogido tenía la corona de campeón, vencieron a las Águilas en la final.
Lo narrado fue expresado por Felipe Alou en una entrevista posterior y es un ejemplo de cual es la verdadera virtud de un dirigente, en cualquier área que se desenvuelva. Ser un auténtico líder, saber motivar y lograr la actuación en equipo, generar confianza y mutuo respeto resaltando los valores positivos del conjunto. Esa es la respuesta a las interrogantes que surgen cuando un equipo aparentemente inferior derrota a uno superior. Esa virtud posee mucho más valor que las ordenes emitidas durante la acción del juego, sobre todo en un deporte de naturaleza tan compleja como el béisbol. tonypinacampora@gmail.com
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