Una radiografía rápida a los 10 años de existencia del PRM

El reconocimiento oficial de la Junta Central Electoral (JCE) llegaría en febrero del 2015 y debutaría por primera vez en unas elecciones generales en 2016, cuando todavía estaban en un proceso de estructuración y lograron escalar al segundo lugar con Abinader como candidato, al obtener 1 millón 611 mil 276 votos (34.99 %).

En medio de las modificaciones constitucionales propuestas por el mandatario fue un artículo transitorio que dice que el “Presidente de la República electo el tercer domingo de mayo de 2024, nunca más podrá presentarse al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República”.

En medio de las modificaciones constitucionales propuestas por el mandatario fue un artículo transitorio que dice que el “Presidente de la República electo el tercer domingo de mayo de 2024, nunca más podrá presentarse al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República”.

Luego de que Miguel Vargas Maldonado se convirtiera en presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el 2009, las dos facciones del entonces principal opositor político se comenzaron a distanciar de sus respectivos ideales.

Esa distancia se comenzó a registrar cuando Vargas Maldonado firmó el “Pacto de las Corbatas Azules” con Leonel Fernández en donde comprometía al partido blanco a apoyar la reforma constitucional propuesta por el entonces líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que además de varias modificaciones especificaba eliminar la figura del “nunca jamás” de la reelección presidencial establecida por Hipolito Mejía en el 2004 y volviendo a traer el modelo de la Constitución del 1994, que habilitaba automáticamente a Fernández para poder aspirar una nueva vez, tras un receso en 2012.

Tras esa firma, que también habilitó a Mejía para volver a aspirar, se produjo le disputa por el liderato definitivo del PRD y a partir de entonces, la distancia entre los dos frentes dentro del partido blanco se hacía cada vez más larga, de un lado los que seguían al presidente del partido blanco y del otro quienes seguían al exmandatario.

El pico de esa tensión se vivió cuando de cara a las elecciones del 2012, ambos se disputaron la candidatura presidencial del PRD y durante la convención interna los dos se acusaron mutuamente de fraude, mientras que los primeros boletines no salieron hasta más de 10 horas de clausuradas las urnas. Luego de que una comisión dictara como oficiales los resultados en donde Mejía vencía Vargas Maldonado (54% a 46%), un mes después llegaron a un acuerdo para detener las rencillas y trabajar en la campaña electoral.

Mejía obtuvo más de dos millones de votos y un 46.95% a su favor en los comicios de mayo de 2012, sin embargo, esos resultados no fueron suficientes para vencer a Danilo Medina y el PLD. La derrota en las elecciones del 2012 causó que las pugnas internas volvieran por sus fueros y cada vez se iban haciendo más intensas con las elecciones para elegir a las nuevas autoridades del partido asomándose.

Tras varios sometimientos, debates e impugnaciones ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), Vargas Maldonado logró quedarse en la presidencia del PRD y ordenó la expulsión de la organización de Mejía, de Andrés Bautista y la suspensión por dos años del secretario general de ese partido, Orlando Jorge Mera y de Geanilda Vásquez, secretaria de organización.

Varios meses después, ya en 2014, Mejía, junto a Luis Abinader y varios dirigentes tomaron la decisión de irse del PRD tras perder innumerables batallas en los tribunales en intentos de recuperar el control de la organización política.

Los inicios

Tanto Mejía como Abinader, en compañía de los otros dirigentes se marcharon hacia la Alianza Social Dominicana (ASD), partido fundado por el padre de Luis, José Rafael Abinader, el cual renombraron como Partido Revolucionario Moderno (PRM).

El reconocimiento oficial de la Junta Central Electoral (JCE) llegaría en febrero del 2015 y debutaría por primera vez en unas elecciones generales en 2016, cuando todavía estaban en un proceso de estructuración y lograron escalar al segundo lugar con Abinader como candidato, al obtener 1 millón 611 mil 276 votos (34.99 %).

Los votos obtenidos por Abinader fueron respaldados por la victoria de David Collado en la alcaldía del Distrito Nacional, la senaduría de José Ignacio Paliza en Puerto Plata, el regreso a la Cámara de Diputados de Alfredo Pacheco y la llegada de Faride Raful como diputada, consolidando al PRM como el principal partido opositor.

Ascenso al poder

Los perremeistas decidieron a favor de que Abinader repita en la boleta presidencial para las elecciones del 2020, mediante primarias cerradas en octubre del 2019, mientras en el PLD la disputa entre Gonzalo Castillo y Leonel Fernández comenzaría a generar fisuras en las entrañas del entonces partido oficialista.

Con la división del PLD consumada y luego de que la suspensión de las elecciones municipales, por fallos en los equipos del voto automatizado, el PRM obtendría la mayoría de las alcaldías principales en los comicios extraordinarios.

Esos resultados parecían ser una premonición de lo que pasaría en las elecciones presidenciales de julio de ese año. Abinader se alzaría con un 52.52 % y lograría la Presidencia de la República, destronando a un PLD que llevaba 16 años ininterrumpidos en el poder. El PRM lograría 18 de 32 senadores y 97 de 190 diputados.

Durante ese primer año a la cabeza del Poder Legislativo, la plana mayor de ese partido recibió muchas críticas desde su base partidaria debido a que no obtenían empleos dentro del tren gubernamental.

Consolidación y contienda interna

Tras su llegada al poder, el PRM continuó construyendo una amplia mayoría sobre los demás partidos políticos, mientras que el presidente Abinader sería proclamado por una gran cantidad de movimientos, consolidándose como el candidato presidencial que obtendría la gran mayoría de los votos en las elecciones del 2024.

Abinader ganaría los comicios de ese mes de mayo con 57.44%, con el PRM obteniendo 29 senadores y 147 diputados, y de inmediato se embarcaría en una serie de reformas, incluyendo una constitucional en búsqueda de “continuar institucionalizando” la República Dominicana.

En medio de las modificaciones constitucionales propuestas por el mandatario, surgió un artículo transitorio que dice que el “Presidente de la República electo el tercer domingo de mayo de 2024, nunca más podrá presentarse al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República”.

Con la oficialización de que Abinader no iría por un tercer periodo de como mandatario, en el PRM comenzaron las aspiraciones tempranas. Los movimientos fueron tantos que el jefe de Estado tuvo que sostener una reunión con esos que tienen la mira puesta en la boleta presidencial del 2028.

Los nombres nunca fueron revelados, sin embargo, la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía; el ministro de Turismo, David Collado; el coordinador del Gabinete de Políticas Sociales del Gobierno, Francisco Antonio (Tony) Peña Guaba; el director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), Wellington Arnaud y el director General de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón, han sido los primeros nombres en salir como las personas que pudieran optar por la candidatura presidencial del partido oficialista, ya que han puesto en marcha maquinarias de propaganda que aluden a la construcción de un proyecto presidencial. Pancartas en actividades donde estos participan, mensajes en apoyo en las redes sociales de parte de distintos dirigentes, son la confirmación de esas aspiraciones.