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Consulado de RD en Madrid: un reto para los discapacitados

“Uno de los pocos lugares a los que he ido en España, sin adaptación para persona con discapacidad”.

Bernardo Geovanni Arias sufrió una lesión medular en 2002, reside en Madrid, España.

Bernardo Geovanni Arias sufrió una lesión medular en 2002, reside en Madrid, España.Listín Diario

La sede del Consulado General de la República Dominicana en Madrid, España, no está preparada para recibir personas con discapacidad; y no se trata de fallas en la atención al público, más bien tiene que ver con su desfavorable ubicación en la segunda planta de un viejo edificio residencial en la Paseo de la Castellana, en Chamartín.

La delegación diplomática no posee las características de una oficina de su tipo, ni cumple con las estrictas normativas que establecen en España la obligación de accesibilidad universal, por lo que diariamente hay un promedio de dos a tres dominicanos, imposibilitados para caminar, que sufren las consecuencias.

“Uno de los pocos lugares a los que he ido en España, que no está adaptado para que una persona como yo pueda acceder, es el Consulado Dominicano en Madrid”, aseguró Bernardo Geovanni Arias, quien sufrió una lesión medular en 2002 que lo mantiene en una silla de ruedas y limita casi al cien por ciento su movilidad.

Durante una visita de este diario a su departamento, Arias compartió dos experiencias que evidencian las dificultades que enfrenta “la casa de Los dominicanos”. En la primera vez que fue, sus hermanas tuvieron que cargarlo y subirlo hasta la segunda planta, para luego bajar nuevamente a buscar la silla de ruedas y poder movilizarlo dentro del edificio.

La segunda vez que acudió al consulado, aunque el proceso fue algo diferente, no fue debido a una mejora en las instalaciones, sino al personal consular, quienes bajaron a ayudarlo directamente. Este tipo de gestos, según Arias, aunque resultan valiosos, subrayan la urgencia de una solución definitiva que garantice la plena accesibilidad para todos, sin que las personas con discapacidad tengan que depender de ayudas excepcionales.

"Imagínese usted… ¿cómo se sentiría uno?", comentó Bernardo. "Es frustrante tener que depender de ayuda para realizar un trámite de mi propio país". A pesar de su condición, el hombre, oriundo de la capital dominicana, Santo Domingo, enfrenta la vida con entusiasmo e independencia, aunque algunas situaciones le recuerdan las dificultades adicionales que debe superar.

En el local que poseen desde hace largos años, con capacidad reducida para recibir en la magnitud en la que se presenten el promedio de 178 mil compatriotas que tienen registrados en su sistema, el cónsul general, José Marte Piantini, tiene una pequeña habitación como despacho, y muchos documentos de máximo cuidado, no son guardados con tanto sigilo como se quisiera por falta de cumplimiento del protocolo para un dependencia de representación diplomática.

Distinguido a la distancia únicamente con el ondeo del azul, blanco y rojo de la bandera, ya que carece de un letrero identificativo a las afueras del bloque en el que se sitúa (debido a que es un inmueble de viviendas), el Consulado Dominicano no cuenta con ascensor, ni rampas, más bien su posibilidad de acceso data de una serie de escalones estrechos que permiten llegar a la casa amplia, que es dividida en secciones para dar lugar a las distintas intuiciones gubernamentales que tienen parte en el consulado.

Marte Piantini compartió que, durante su gestión, la misión consular ha tomado la decisión de acercarse personalmente a los hogares de aquellos ciudadanos que no pueden acudir a la sede, extendiendo incluso su asistencia a áreas periféricas de Madrid.

Para el Piantini, la iniciativa “busca garantizar que todos los dominicanos, independientemente de su situación física o geográfica, reciban los servicios consulares que necesitan”, sin embargo, esta solución temporal pone de manifiesto la urgente necesidad de una reforma estructural que permita la plena accesibilidad en la sede, aunque en algunos casos se mantenga el servicio de ir a los hogares de los dominicanos en Madrid.

Misión 

Preocupación 

El consulado 
La misión consular madrileña, que gestiona servicios de pasaportes, actas de nacimiento, certificados de antecedentes no penales, poderes notariales, entre otros, se encuentra en una de las zonas con mayor flujo de dominicanos y aunque, según los testimonios, se preocupa y encarga de cumplir a cabalidad con las demandas de la masa migratoria, con casos como el de Arias, se dieron cuenta que no siempre les es posible hacer su trabajo desde las limitantes del plantel.