Eficiencia Energética
¿De dónde proviene nuestra energía?
- Sostenibilidad. En la búsqueda de un futuro energético sostenible, la República Dominicana enfrenta el desafío de diversificar su matriz eléctrica, donde el gas natural y las energías renovables comienzan a cobrar protagonismo frente al petróleo, buscando reducir las pérdidas en su sistema de distribución y potenciar su desarrollo ecológico.

En la actualidad, el país depende en gran medida del gas natural seguido del petróleo y una creciente participación de energías renovables.
La República Dominicana se encuentra en un momento crítico de su desarrollo energético. Con un crecimiento constante de la demanda eléctrica, cada vez resulta más urgente conocer las fuentes que alimentan nuestras ciudades y comunidades.
En la actualidad, el país depende en gran medida del gas natural, el cual representa alrededor del 50% de la generación eléctrica, seguido del petróleo y una creciente participación de energías renovables. Este artículo explora el complejo mapa energético del país, analizando sus principales fuentes, la capacidad instalada y el consumo de electricidad.
Fuentes principales de energía
El mix energético dominicano está compuesto por varias fuentes distribuidas de manera desigual. El gas natural ha emergido como el recurso más relevante, aportando aproximadamente el 50% de la generación eléctrica.
Este auge se ha visto facilitado por la modernización de las plantas de ciclo combinado que utilizan este combustible menos contaminante en comparación con el petróleo, que aún contribuye con un 30% del total.
La energía hidroeléctrica, aunque significativa, aporta solo un 15%, y su dependencia de condiciones climáticas y el caudal de los ríos añade un nivel de incertidumbre.
Las energías renovables, en especial la solar y la eólica, han comenzado a ganar terreno, actualmente representando cerca del 5% de la generación total, lo que indica un camino esperanzador hacia un futuro energético más limpio.
Capacidad instalada y distribución geográfica
La capacidad instalada de generación eléctrica en la República Dominicana supera los 5,000 MW, pero la distribución de estas fuentes no es equitativa en todo el territorio. De esta cifra, aproximadamente 2,500 MW provienen de plantas de gas natural, 1,500 MW de plantas de petróleo y más de 1,200 MW de energía hidroeléctrica.
Las plantas de gas y petróleo suelen ubicarse en la zona sur y costera, donde los suministros son más accesibles. En contraste, las instalaciones hidroeléctricas se encuentran en las laderas de la Cordillera Central, aprovechando los ríos más caudalosos, pero enfrentando los desafíos que plantea la variabilidad climática.
En los últimos años, el sur y el oeste del país han visto un aumento en la inversión en energías renovables, un indicativo del enfoque hacia la diversificación y sostenibilidad.
Generación real y consumo de electricidad
Aunque la generación eléctrica real en el país se mantiene alrededor de los 4,000 MW, lo que parece suficiente para cubrir un consumo promedio de 3,400 MW, las pérdidas en la distribución plantean un problema serio.
Estas pérdidas se deben a una combinación de robos de electricidad y deficiencias en la infraestructura, lo que significa que no toda la energía generada logra llegar de manera efectiva a los consumidores.
Para abordar estos retos, el gobierno y el sector privado deben trabajar en conjunto, invirtiendo en la modernización de la infraestructura eléctrica, mejorando la eficiencia energética y aumentando la participación de fuentes renovables en el mix energético.
Con estos petróleos y energías renovables, se abre un camino esperanzador hacia un futuro energético más sostenible y eficiente en la República Dominicana.
El gas natural representa aproximadamente el 50% de la generación eléctrica de la República Dominicana, seguido del petróleo con un 30% y la energía hidroeléctrica con solo un 15%. Las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, han comenzado a ganar terreno, alcanzando cerca del 5% del total.
La generación eléctrica real en el país se mantiene alrededor de 4,000 MW, suficiente para cubrir un consumo promedio de 3,400 MW. Sin embargo, las pérdidas en la distribución, debido a robos y deficiencias en la infraestructura, impiden que toda la energía generada llegue a los consumidores de manera efectiva.